Los técnicos de Puertos del Estado inspeccionarán en los próximos días las obras y el expediente de la segunda fase del dique de La Esfinge. Unos trabajos licitados en el año 2007 (por 46 millones de euros) y concluidos en 2011, a cuenta de los cuales la Autoridad Portuaria de Las Palmas ha abierto un expediente informativo a cuatro de sus técnicos, por presuntas irregularidades en las certificaciones a la contrata. Las empresas, por su parte, reclaman a la administración 12,5 millones de euros "por unidades de obra ejecutadas por orden de la Autoridad Portuaria de Las Palmas no amparadas en el contrato".

Desde La Luz se llevan reclamando al menos desde hace un año informes pertinentes al Estado sobre los trámites relativos a las obras efectuadas en el muelle exterior del recinto. De un lado, a Intervención, y del otro, a Puertos del Estado. Así lo anunció tras el consejo de administración celebrado en noviembre de 2013 en La Luz su presidente, Luis Ibarra, después de confirmar que la Unión Temporal de Empresas adjudicataria del proyecto (que inicialmente formaron Fomento de Construcciones y Contratas, Dragados, Félix Santiago y Matías Marrero) había ampliado su reclamación de dos a 12, cinco millones de euros.

Por entonces, Ibarra dio cuenta de que "hubo que afrontar modificaciones de obras que no se habían contemplado". La segunda fase del dique de La Esfinge, que ha ampliado la capacidad del Puerto hacia el exterior (allí, por ejemplo, opera con regularidad al menos un ferri de Naviera Armas), ha tenido un desarrollo, cuando menos complejo. Los trabajos se adjudicaron en julio de 2007, en los últimos meses de gestión de Emilio Mayoral como presidente del Puerto. Las obras, que tenían que haberse concluido en 2009, continuaron alargándose hasta 2011, en la etapa de Javier Sánchez-Simón como mandatario en el recinto. Fue en julio de ese mismo año cuando se produjo una "recepción fallida" de la obra, según desveló Ibarra.

Los trabajos fueron finalmente recepcionados por la Autoridad Portuaria de Las Palmas en el cuarto trimestre de 2011, con Ibarra en el cargo, pero las certificaciones en torno a la justificación de las actuaciones han continuado coleando hasta hoy. En los últimos meses, desde la administración portuaria se confirmó la apertura de un expediente informativo a cuatro técnicos (el director de obra, el jefe de la misma y otros dos trabajadores), pendiente aún de recibir los informes solicitados a Madrid.

En este contexto es en el que se espera la llegada de los inspectores de Puertos del Estado, para evaluar el detalle de un expediente que ha devenido en conflictivo, así como la obra ejecutada en La Esfinge.

Un dique que sigue en plena actividad constructora. En este caso, la correspondiente a la tercera fase, para alargar el muelle en 410 metros, a sumar a los 600 que ya tiene. El enclave se ha convertido en la principal área de expansión del Puerto de la capital grancanaria. La estructura construida da cabida, además de a los barcos de Naviera Armas (que pretende invertir de diez a doce millones de euros en una nueva base para sus ferris), a las operaciones de bunkering (suministro y almacenamiento de combustible) de la multinacional Oryx. Con la prolongación, que se cerrará con dos contradiques en forma de martillo en un futuro proyecto, la Autoridad Portuaria confía en ganar nuevos espacios para el pujante sector de las reparaciones navales en el recinto.