Pisó escenarios como el del teatro Kirov de Leningrado y se convirtió en primer bailarín del Ballet de Óperas como la de Bucarest, Oslo o Núremberg. Llegó a Las Palmas de Gran Canaria en 1966 por motivos de salud y aquí se quedó. Su presencia no pasó desapercibida. Con él se inició una larga andadura en una disciplina artística que carecía de raíces en la Isla. Fundó la primera escuela de danza clásica de la que a día de hoy siguen saliendo profesionales. Representó a Pierre Henry, Prokofiev, Bellini, Verdi o Chaikovski, pero también homenajeó a Néstor Álamo o Manolo Millares con sus creaciones coreográficas. Y es que Gelu Barbu se entregó de lleno a una ciudad que le hizo también su hijo adoptivo. Esa misma que le brindó la oportunidad de seguir con el ballet y le regaló la paz de Las Canteras, por donde hace un año que no pasea debido a la trombosis cerebral que sufrió y que le retiene todavía en la Clínica Cajal.

"Está mejor en comparación a hace unos meses, pero aun así necesita cuidados 24 horas", cuenta uno de los discípulos del artista de origen rumano, Miguel Montañez, quien lo visita a menudo. "Nos ha llegado una carta del Gobierno de Canarias en la que se le reconoce el tercer grado de dependencia", explica el también primer bailarín de la Escuela de Ballet de Las Palmas Gelu Barbu, que además codirige desde hace cuatro años con Wendy Artiles. "Cuando le dio el infarto cerebral primero estuvo en el Hospital Negrín, pero al mes pasó a la Clínica Cajal, de donde aún no ha salido. Yo he hablado con varios políticos, en busca de una sensibilización ante alguien como él, para que pueda ser internado en una residencia digna del Cabildo, pero nadie ha hecho nada", apostilla.

Según cuenta Montañez, hace un mes se dirigió al Ayuntamiento capitalino para poner sobre la mesa la verdadera situación en la que se encuentra el bailarín de 82 años, "que desde luego no está en fase terminal". Previamente, el alumno de Barbu también había contactado con el Gobierno Insular nada más caer este enfermo. "No hay ningún partido en el Cabildo que ignore la situación en la que está Gelu, pero de ellos tampoco he obtenido respuesta alguna", se lamenta. "Así que creo que solo me falta pedir una cita a Juan José Cardona, a José Miguel Bravo de Laguna y a Paulino Rivero para ver si los políticos muestran un poco de concienciación ante una persona que entregó su vida a la ciudad altruistamente", asevera quien confiesa sentirse "avergonzado como canario e indignado como persona" ante el "pasotismo" que se tiene con el bailarín.

El precursor del ballet en el Archipiélago no puede salir de la clínica en la que permanece aún hospitalizado. Miguel Montañez comenta que en algunas de las visitas que le hace, "Gelu es consciente y dice que quiere salir, pero la realidad es que a su casa solo no puede volver". De ahí que solicite la sensibilización y la ayuda de las instituciones para que un Hijo Adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria pueda "vivir en un lugar digno", bajo las atenciones adecuadas que requiere su situación.

"Las cosas han cambiado mucho desde que no está él", añade también con un poco de nostalgia su fiel pupilo y amigo, a quien Barbu le entregó el legado de su trabajo hace cuatro años. "Aunque se había jubilado y ya no daba clases, solía ir por las tardes a la Escuela", rememora Montañez. Ahora, el único lugar de encuentro entre ambos es la habitación de un hospital.