El presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Luis Ibarra, desveló en la jornada de ayer que los informes técnicos elaborados por Puertos del Estado sobre las obras de la segunda fase del dique de La Esfinge garantizaban que la obra, "a pesar de cómo se ha hecho, puede aguantar perfectamente 50 años", pero que "la normativa establece que las obras portuarias estén preparadas para aguantar 500 años".

El mandatario en La Luz adelantó que desde el Puerto se esperaría a saber qué le tienen que devolver a Europa para exigir también a la Unión Temporal de Empresas adjudicataria de los trabajos (formada por Fomento de Construcciones y Contratas, Dragados, Félix Santiago y Matías Marrero) que haga estas mejoras de cara a los cinco próximos centenarios, "porque Europa no dio un dinero para que durase sólo cincuenta años".

Ibarra realizó estas declaraciones en el transcurso de la presentación del concurso para la construcción de una pasarela que facilite el tránsito de los cruceristas desde el entorno del muelle Santa Catalina hasta las calles aledañas a Las Canteras, en un acto celebrado durante la mañana. Sin embargo, a última hora de ayer se confirmaba desde la administración portuaria que el montante final que tendrá que devolverse a la Unión Europea por las irregularidades en la segunda fase del dique rondará la cantidad de nueve millones de euros.

Además, el Puerto deberá asumir otros seis millones de sus propios recursos para una descertificación total de 15 millones sobre lo ya ejecutado. Algo que fue observado por los inspectores de Puertos del Estado que se han trasladado hasta la capital grancanaria para evaluar el resultado de los trabajos en el dique exterior del recinto de la capital grancanaria.

Desde la Autoridad Portuaria se ha manifestado durante los últimos días que esta inspección es necesaria para tratar de evitar que se tenga que restituir a la Unión Europea el montante total de la subvención para todas las fases del dique que deben ejecutarse.

Sobre el ex presidente

En el mismo acto, y cuestionado por los medios, Luis Ibarra manifestó sobre Javier Sánchez-Simón, su antecesor en el sillón de mando en el muelle, que "no quiero hablar de nadie" y que se limitó a informar del expediente que le llega del Ministerio de Fomento. "Si alguien se siente que es el principal actor, pues será él, pero siempre he ido de la mano de Puertos del Estado. Los informes técnicos y jurídicos están ahí y no están inventados y, desde luego, cada uno es libre de denunciar lo que quiera", apuntó.

Sánchez-Simón se manifestaba ayer, a través de la red social Twitter, para anunciar una querella "por injurias" contra el actual presidente. Ibarra comentó que "tengo la conciencia absolutamente tranquila y en tres años de expediente hemos intentado no judicializarlo en exceso".