El histórico dirigente vecinal de Lomo Apolinario José Suárez García, popularmente conocido como Pepucho Suárez, falleció ayer a los 84 años de edad, después de haber pasado a la historia del municipio por su carácter combativo y la defensa de su barrio. "Pepucho nunca se irá porque por cada rincón del Lomo Apolinario su huella va a persistir", aseguraba ayer José Hernández en uno de los numerosos comentarios que fueron colgados en MibarrioLomoApolinario en el Facebook, que desde la tarde de ayer, cuando se divulgó la noticia de su fallecimiento, ha colocado un crespón negro. "Nos vemos de nuevo en el cielo", continuaba la despedida, "donde ya estarás poniendo cosas en su sitio y quien sabe si preparando unas fiestas o una gira. Y como tú nos solías decir: La bendición mi hijo".

Y es que Pepucho, al que sus vecinos conocían como el alcalde del Lomo Apolinario, fue un auténtico martillo de alcaldes, a todos los cuales exigió actuaciones para mejorar la situación de su barrio. En 2010 dejó el activismo, tras haber luchado 53 años al frente del movimiento vecinal.

Familiares, vecinos, amigos y dirigentes del movimiento vecinal acudieron en un goteo constante durante la tarde y la noche de ayer al tanatorio de Miller Bajo, para dar el último adiós al compañero, cuyo cuerpo será incinerado a las 16.00 horas de hoy.

Además de líder vecinal, José Suárez García fue concejal del Centro Canario Nacionalista (CCN) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria en 1993, aventura en la que sólo aguantó dos años y volvió a la trinchera vecinal. En una entrevista que le hizo este periódico, con motivo del homenaje que recibió en 2010, cuando se le puso su nombre al centro cívico de Lomo Apolinario, Pepucho recordaba que cuando llegó al barrio en 1956, sólo había cuatro casas y "todo eran barrancos y estanques. El barrio estaba completamente abandonado y por eso me metí en el movimiento vecinal", en un tiempo en el que las asociaciones de vecinos estaban proscritas. Gracias a la labor del antiguo presidente de la asociación Tabona, se consiguió, por ejemplo, que muchas casas del barrio accedieran a servicios básicos como la luz y el agua. "Yo he logrado", le gustaba decir a Pepucho, "que se le ponga nombre a 18 calles, que se hiciera la cancha, el parque infantil". También le gustaba recordar como consiguió que el exalcalde Emilio Mayoral le diera 25 millones de las antiguas pesetas para levantar el centro cívico de Lomo Apolinario.

Hace tan sólo dos años, después de dejar el activismo vecinal, Pepucho aprovechaba la mínima oportunidad para seguir denunciando lo mal que estaba su barrio. Descanse en paz.