"En ningún caso se impidió la entrada al local al señor Enhamed Enhamed el día 4 de enero de 2015". Es el segundo punto de un extenso comunicado del propietario de la pizzería Calabria de Juan XXIII, Amir Nikmaram, en cuyo negocio se pusieron reparos a la entrada del deportista de élite grancanario porque iba con su perro guía. "Si por impedir la entrada entendemos que me cogieron por el brazo y me sacaron, efectivamente, no fue así, pero sí me dijeron que no podía esperar en una mesa si iba con mi perro guía mientras consultaban la ley para permitir la entrada de mi animal", explicó el nadador, que afirmó estar "cansado" de este tipo de situaciones y negó tener nada contra la cadena de restaurantes. "Sólo he reclamado por el comportamiento del encargado", agregó.

El pasado fin de semana, Enhamed se dirigió a la pizzería con una amiga para "pasar un rato agradable" y se encontró con la reticencia del encargado del local por la presencia del perro guía. "Normalmente te sientas en una mesa con el perro a esperar que consulten la ley. Les explicamos en qué consiste la norma, incluso dónde la pueden consultar y cuáles son las consecuencias, que pueden llegar a sanciones de más de 12.000 euros", indicó el deportista, que ya ha dado registro de entrada en Presidencia del Gobierno a la hoja de reclamaciones que puso el pasado domingo.

El dueño del local niega que hubiera un trato "discriminatorio" y "mucho menos humillante", y asegura que se trató al cliente con "respeto y consideración". El comunicado reconoce que desconocía la legislación en esta materia, pero difiere de la versión de Enhamed en el tiempo en el que tuvo que esperar mientras consultaba con la Policía Local. Nikmaram afirma que fueron nueve minutos y no veinte. Para Enhamed, "el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento. Si abres un restaurante tienes que estar al tanto de la ley, lo mismo que yo tengo que saber que tengo que llevar agua con lejía para las deposiciones de mi perro. Es la ley y si no la cumplo, me arriesgo a una sanción. Es así", agregó el campeón olímpico.

El texto enviado por la pizzería asegura que invitó a entrar a Enhamed, pero no hace referencia a su perro guía. "Mientras el encargado consultaba le pregunté a un camarero si podía esperar dentro con el perro y me dijo que si el encargado no lo permitía, él no me podía dejar entrar", relató el afectado, cuya acompañante notó la incomodidad de los camareros por lo que estaba sucediendo.

El comunicado señala que tras la consulta de nueve minutos se invitó a entrar a Enhamed, pero él se negó. El deportista discrepa de esta versión. "El resultado final es que no se me permitió la entrada con mi perro guía. El encargado me aseguró que era una decisión del propietario, con el que había hablado por teléfono".

Enhamed puso una reclamación y acudió a sellarla al día siguiente. En ese caso, el trato fue distinto y se le invitó a quedarse a comer. De hecho, en el texto remitido por el restaurante, se le desean todos los éxitos en su trayectoria deportiva y se le vuelve a conminar a disfrutar de las "especialidades" de la pizzería.

Para el propietario del la Calabria de Juan XXIII este caso, que fue denunciado por el deportista en Facebook, está produciendo un daño a su negocio, sobre todo por el efecto que ha provocado en las redes sociales. Enhamed asegura que en otros restaurantes de la cadena siempre se le ha tratado bien. "No es ningún ataque indiscriminado y caprichoso, pero es indignante que se diga que no me impidieron entrar", reclama el medallista olímpico discapacitado visual que esperará ahora a que se resuelva a reclamación que ya sigue su curso administrativo.