"El GOIA pedía muchas veces la intervención de agentes de paisano y los de paisano requería lo mismo de la gente del GOIA, por lo que en 2013 se planteó unir las dos unidades porque así las directrices son comunes y los recursos se pueden utilizar de mejor forma", explica el subcomisario José Luis de Los Reyes, quien reconoce que los agentes de esta unidad son los peor vistos por la sociedad. Pero, añade De Los Reyes, "pregúntale a las asociaciones de vecinos por qué requieren a los GOIA en las fiestas y verbenas. Los vecinos que van a divertirse se sienten más seguros". Lo que ocurre, a juicio del subinspector Jorge Luz es que "siempre hay un grupo en la Policía que es al que le toca la parte más fea y esta unidad está donde ocurren los conflictos". El inspector Pascual Fernández añade que el color negro también "impone mucho respeto". Fueron, por ejemplo, los miembros del GOIA los que detuvieron hace unos días al agresor del Policía Nacional que estuvo en coma, recuerda De Los Reyes. Una de las intervención más importantes fue la aprehensión de 40 kilos de hachís en El Confital hace unos cuatro años. Inicialmente fueron creados para prevenir, mantener y restablecer la seguridad en grandes concentraciones y controlar el consumo y tráfico de drogas, pero también intervienen en los controles de alcoholemia y en la seguridad vial. "Hay menos gente que da positivo en las pruebas de alcoholemia porque las cuantías de las multas son enormes, pero aún así sigue habiendo casos a diario", admiten, aunque reconoce que la cosa ha mejorado.
"La presencia de los GOIA es sinónimo de que los malos se lo van a pensar"
"Ahora, la gente no lleva tantas armas encima porque saben que los cacheamos"
"A nosotros nos toca la parte más fea, porque intervenimos cuando hay conflictos"
"Las comunidades de vecinos nos piden que vayamos a las fiestas para estar tranquilos"
