El Puerto de la capital grancanaria continúa batiendo registros históricos en el movimiento de cruceristas. Según los datos provisionales que ayer hizo públicos el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, La Luz cerró 2014 con una cifra de 589.510 cruceristas, un 38,44% más que en el ejercicio anterior. El número reafirma el alza del sector, en torno al cual las instituciones públicas han impulsado importantes inversiones. Entre ellas, los nuevos accesos al muelle de cruceros que construye el Puerto y las reformas del Parque Santa Catalina y su entorno ejecutadas por el Ayuntamiento. En este espacio son piezas estratégicas el Centro Comercial El Muelle, inmerso hoy en un complejo proceso de cambio de titularidad, y el acuario que trata de levantar la familia Kiessling en Sanapú.
Sobre la pecera, bautizada como Poema del Mar, no se debatió ayer en el consejo de administración en La Luz. La petición de la concesión para ocupar unos 10.000 metros cuadrados, solicitada por la empresa del mismo nombre, no se abordará al menos hasta febrero. Antes, la Autoridad Portuaria debe resolver la alegación presentada por la empresa Lebensraum Wasser, la única registrada en el trámite de competencia solicitado por los Kiessling. Esta compañía entiende que se han podido vulnerar los principios de la libre competencia, con un supuesto excesivo interés de las instituciones en respaldar el proyecto del acuario.
La respuesta de la administración se producirá, según indicó Ibarra, "la próxima semana". La previsión del Puerto es la de llevar luego, a la sesión de febrero, la concesión del suelo, en principio, "a la única petición que se ha recibido en este sentido", esto es, la de los inversores dueños de Loro Parque en Tenerife (los Kiessling).
En torno al Centro Comercial El Muelle la situación tampoco es clara. El recinto fue devuelto por la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), el llamado banco malo, a su anterior propietario, la intervenida Caixa Catalunya, al entender que no estaba manejando ni un activo ni un inmueble, sino una concesión portuaria. Pero el banco catalán está hoy inmerso en un proceso de absorción por el BBVA.
Ayer estaba previsto restituir la concesión, los derechos sobre la ocupación del espacio portuario, a su actual propietario. Pero la figura de éste aún no se ha definido con claridad ante el Puerto. Es más, las últimas tasas portuarias las ha liquidado la Sareb. Por eso, explicó Ibarra, el asunto fue retirado del orden del día. Los titulares de El Muelle, sin embargo, deberán darse prisa si quieren ampliar su estancia en el Puerto de los 35 años actuales a los 50 que permite la última reforma legal: deben pedir esta extensión antes del verano.
En la actualidad al recinto le quedan 14 años de explotación de la concesión, que serían 29 si completan el referido trámite. Un punto especialmente relevante si sus nuevos dueños pretenden vender, porque amplia el margen de amortización a los eventuales inversores.
"A veces la administración pública funciona mejor que el sector privado", señaló Ibarra, para explicar una situación paradójica en torno a El Muelle. El inmueble se ha reactivado con el aumento de cruceristas, y la apertura de sus comercios domingos y festivos. Hasta siete empresas quieren entrar en el recinto como nuevos operadores (entre ellas, Fund Grube y Worten). La cifra la corroboró el presidente del Puerto. Pero no hay gestor autorizado que de luz verde a esta recuperación en las ventas.
Y los cruceros siguen en pleno auge. No sólo en la capital. El conjunto de muelles del Estado en Las Palmas movieron un millón de viajeros en 2014. Puerto del Rosario registró 119.294 (con un aumento del 39%). Y Arrecife, 355.683 (con un incremento del 11%). El consejo ya impulsa nuevas inversiones públicas: aprobó ayer la licitación del ensanche del muelle Santa Catalina, en La Luz, para que hasta tres buques puedan hacer operaciones de embarque y desembarque al mismo tiempo.
