El servicio de Patrimonio ordenó la pasada semana el desalojo del centro municipal de Servicios Sociales de El Secadero después de que dos trabajadoras sufrieran accidentes en menos de una semana, que los empleados achacan al mal estado en que se encuentra el inmueble. El mal estado del edificio y los accidentes fueron denunciados el pasado miércoles a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social por Intersindical Canaria (IC).

Según figura en la denuncia, el primer accidente tuvo lugar el pasado 23 de enero, cuando una trabajadora sufrió una caída al resbalar por unas escaleras y se fracturó la clavícula. El segundo accidente ocurrió el pasado 27 de enero, cuando otra trabajadora se cayó al tropezar con un cable suelto.

Fuentes municipales confirmaron que el personal será trasladado a las dependencias de La Favorita, que están situadas cerca de esas oficinas del distrito Vegueta-Cono Sur-Tafira, hasta que se acondicionen las oficinas, aunque no aclararon cuando se iniciará la mudanza.

Sergio Melián, representante de IC, denuncia que las oficinas no reúnen las condiciones necesarias para trabajar y, mucho menos, para atender a los más de 200 usuarios que acuden al mes, ya que está lleno de barreras arquitectó-nicas.

Fotografías

La denuncia a la Inspección, que va acompaña de un dossier de fotografías en las que se puede ver el mal estado del inmueble, advierte de las "graves deficiencias" en materia de "prevención de riesgos laborales e higiene", a los que se añaden problemas de accesibilidad. Entre estas deficiencias, destacan la presencia de escaleras con gran inclinación, escalones muy estrechos y rotos por el uso y sin antideslizantes; instalaciones eléctricas en mal estado "con cables por el suelo", en zonas afectadas por la humedad y "barandillas de escaleras mecánicas que generan corriente al contacto".

"Las deficiencias", explica Sergio Melián, "están generando en los trabajadores situaciones de estrés, problemas de salud y accidentes laborales".

Según el portavoz, además hay "goteras y filtraciones en paredes y techos, humedades y moho, continuos cortes de suministro eléctrico durante la jornada laboral y sanitarios inservibles".

"Las oficinas se ubicaron en este inmueble en 1994 y, desde entonces, carecen de condiciones adecuadas para atender a las personas con problemas de movilidad, porque no es accesible para usuarios con sillas de ruedas", señala Melián, quien añade que a todo ello se añade el "hacinamiento y desorden en que se encuentran los expedientes de los usuarios" por la falta de espacio. En la denuncia se habla de la "imposibilidad de cumplir la Ley de Protección de Datos, por "encontrarse los archivadores sobrecargados, sin espacio físico para colocar nuevos", una circunstancia que obliga a dejar los expedientes en el suelo.

El hacinamiento afecta también, según IC, a los trabajadores, que "carecen de espacios adecuados para el normal desarrollo de la tarea diaria", ya que "no existen mesas para todos".

En las oficinas trabajan 34 trabajadores, aunque sólo coinciden todos en el centro los viernes, ya que durante el resto de la semana están dispersos en Vegueta y el otro centro social del distrito que está en Jinámar.

Sergio Melián añade que la falta de espacio también impide la atención a los usuarios con las "adecuadas condiciones de privacidad y confidencialidad". "Lo más grave", sostiene el representante, "es la inseguridad que hay en el centro para los trabajadores y personas que acuden allí a realizar gestiones relacionadas con la solicitud de prestaciones de ayudas económicas y otros servicios. Lo más triste es que todos los responsables reconocen la situación, pero no se hecho nada".

El representante sindical lamenta que el Gobierno municipal no se haya decidido a ordenar el desalojo del centro hasta que se presentara la denuncia en la Inspección de Trabajo.