Los museos de los castillos de Mata y de La Luz abrirán sus puertas al público para primavera. La Comisión de Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria dio luz verde ayer a los dos proyectos museísticos que albergarán los edificios más antiguos de la capital y, con este trámite, posibilita que el Museo de Historia de la Ciudad y el Mar se inaugure a mediados de marzo en el Castillo de Mata y hacia finales del mismo mes, el 27 de marzo, la Fundación del escultor Martín Chirino en el Castillo de La Luz.

En la actualidad, el Castillo de Mata, en las inmediaciones de Primero de Mayo, permanece cerrado al público a cal y canto. Lleva en este estado una docena de años. No ocurre así con la fortaleza de La Isleta. El Castillo de La Luz se puede recorrer en visitas guiadas desde que hace un año se diera por terminada la restauración realizada por los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano.

Los entonces Príncipes de Asturias y ahora Reyes de España fueron los primeros en admirar el trabajo de los profesionales que recientemente han sido distinguidos con la prestigiosa Medalla Alvar Aalto. Este premio, concedido en Helsinki, en memoria del más famoso arquitecto finlandés, solo la han obtenido una docena de firmas desde que empezó a concederse en 1967 de forma discontinua. La distinción es una más de las muchas que avalan la trayectoria de calidad en el trabajo del estudio de arquitectura responsable de la remodelación del Castillo de La Luz, un estudio fundado en Madrid en 1985 y con sede en Berlín.

El proyecto se planteó, según la propia firma, con la misión de que apenas quedaran rastros exteriores de su actuación en el edificio histórico. El resultado ha sido un espacio limpio y diáfano en sus interiores, sin perder su condición de edificación histórica. La apertura en el Castillo de La Luz de la Fundación Martín Chirino permitirá que confluyan en un mismo espacio la visión contemporánea del diseño arquitectónico de los autores de la reforma y uno de los perfiles escultóricos más renombrados en el panorama artístico moderno. Se trata de una inauguración esperada, que se ha demorado más de lo previsto tras unas largas negociaciones entre el Ayuntamiento de la capital gran canaria y el escultor.

El Castillo de Mata, por su parte, abre tras un largo periodo de espera. Hace ya cuatro años que concluyeron las obras de restauración, un trabajo que sacó a la luz la torre primigenia que destruyó el almirante holandés Van der Does. La crisis económica y la falta de recursos públicos para el equipamiento interior del edificio y el remate de los accesos al mismo ha impedido hasta ahora ponerlo en funcionamiento como museo. El Plan de Cooperación del Cabildo de Gran Canaria ha dado a la fortaleza de Mata el espaldarazo necesario para su apertura, financiando con 130.000 euros el equipamiento del que será el Museo de Historia de la Ciudad y del Mar.