Es uno de los diseñadores más galardonados en el concurso de Reina y también con más experiencia en el Carnaval ya que el próximo año cumplirá tres décadas creando fantasías. Se trata de Fernando Méndez, el artista de ‘La princesa de las mil rosas’. 

Usted se ha caracterizado por elegir con mucho cuidado a las jóvenes candidatas. ¿Qué características busca en ellas?

Para mí, lo importante es que sea el símbolo de las fiestas de nuestra ciudad. Eso conlleva una responsabilidad y es elegir no solo una modelo típica sino que tenga una formación profesional y sea el reflejo de la idiosincrasia de la juventud y de la belleza canaria. Hay que pensar que una vez elegida ya es la representante de las fiestas más importantes de nuestra ciudad, tanto aquí como en el exterior, y tiene que ser una embajadora de Las Palmas de Gran Canaria. En las ocasiones que he estado con la Reina en el exterior ha ejercido como tal, con su belleza y su profesionalidad, y ha dado una imagen extraordinaria de nuestra ciudad y de nuestra tierra.

¿Las chicas que usted ha presentado han tenido proyección, posteriormente?

Sí. Modestia aparte, ser una modelo mía es como una plataforma publicitaria. Hace que todo el mundo se fije en ella y, al ser mujeres hermosas, pues es mucho más fácil. Todas las candidatas que he presentado al concurso de Reina han tenido muchas oportunidades en el mundo del show business. Es decir, la pasarela, el mundo de la publicidad, el espectáculo.

¿Orgulloso de ello, supongo?

Mucho. Me identifico con Pedro Almodóvar. Él tiene sus chicas y también están las chicas Méndez (ríe). El cineasta, al que admiro como artista, tiene un perfil de mujer para sus películas, lo entiendo y lo comparto; y las chicas Méndez tienen el suyo. De lo más orgulloso que estoy es que mantengo la amistad con todas ellas.

¿A alguna de ellas le sirvió la oportunidad que les brindó para encarrilar su futuro?

El Carnaval ha sido para todas ellas de gran utilidad. A cada una de una manera diferente porque cada Reina tenía su prioridad en la vida y su enfoque profesional. Hoy en día hay Reinas del Carnaval abogadas, médicos, empresarias, modelo y actrices.

Lleva muchos años en el Carnaval.

El próximo año haré 30 años, tres décadas desde que firmé mi primer contrato.

¿Ha visto mucha evolución en el concurso de elección de la Reina en este tiempo?

Tengo un recuerdo romántico y nostálgico de las elecciones del pasado, tenían un encanto que hoy, no tienen. Pero tengo que reconocer que el concurso tiene ahora una espectacularidad con la que no se soñaba en aquel momento. En 1976 el Carnaval se reinició en Las Palmas de Gran Canaria y recuerdo que había mucha ilusión entre la gente, de ir a la gala de la Reina, de formar parte del espectáculo e integrarse. Hemos perdido ese encanto, ese romanticismo pero hemos ganado en espectacularidad. Las galas de la Reina y de la Drag Queen tienen unos escenarios magníficos, con una gran dirección artística y son espectáculos de primer orden, diría de interés internacional. Salvando las diferencias, porque son espectáculos distintos, las galas no tienen que envidiar nada a una puesta en escena de Lady Gaga o Madonna.

¿Eliminaría algo?

No soy partidario de eliminar nada sino de complementar y aportar. Yo aportaría un toque más de glamour y de una mayor promoción exterior. Tenemos un producto muy exportable, muy vendible y, vuelvo a insistir, de interés artístico internacional. Por mi trabajo conozco a muchas celebridades, revistas y medios de comunicación que me han mostrado su interés por el Carnaval y de vivirlo.

¿La pasarela ha sido un éxito para la gala de la Reina?

Todo un acierto para que los vestidos puedan integrarse entre el público.

Ha sido un diseñador muy galardonado ¿Cree que está suficientemente reconocido?

Creo que sí. Un premio es un reconocimiento a tu trabajo y un estímulo a seguir ahí. Sí me he sentido profeta en mi tierra, reconocido por la gente y en el día a día, pero no he tenido ningún reconocimiento institucional.

Y eso ¿cómo se lleva?¿Es suficiente ser galardonado en el Carnaval?

Uno de los títulos de la saga de James Bond que El mundo no es suficiente. Todos los reconocimientos son buenos y, cuantos más, mejor.

¿Y cómo lleva el fracaso?

Yo no me he sentido nunca fracasado en mi trabajo, para mí lo importante es la experiencia y ha habido experiencias mejores que otras. Nunca he creído que tenía enemigos en mi profesión sino, al contrario, fans confundidos (ríe).

Normalmente, presenta dos candidaturas a la elección de Reina del Carnaval pero nunca ha hecho piezas para la gala de la Gran Dama, para la de los Drags ¿por qué?

He colaborado en algunos proyectos de drags en el anonimato; no ha surgido hacer uno. Sinceramente, hacer un traje para una Reina del Carnaval me absorbe mucho tiempo, no puedo dedicarme a nada más. Todos los años tengo propuestas para hacer otros trabajos, ya sea la gala Drag, la Reina Infantil, la Gran Dama o el resto de los concurso pero no puedo hacer todo lo que me piden. En ese aspecto, soy un poco selectivo y mi prioridad es el concurso de elección de la Reina.

¿Por su proyección internacional?

Sí, aunque realmente es que no tengo tiempo material para dedicarme a otra cosa. Soy una persona que me entrego a lo que hago y cuando me piden una fantasía para una Reina me dedico por entero a ese proyecto. Tengo más demanda que oferta. No puedo atender a todos los compromisos pero estoy encantado de colaborar.

Denos una pista de La princesa de las mil rosas.

Es uno de los trajes más hermosos que yo he hecho, resumen la esencia de mi trayectoria. Y si tengo que destacar algo, diría que la riqueza de los materiales con los que está hecho. Espero que, un año más, mi trabajo guste por que lo hago sólo para tus ojos. Esa es mi finalidad.