La peste procedente del vertedero de Salto del Negro afecta cada vez más a zonas a las que hace años era raro que llegara, como el túnel de La Laja y toda la zona cercana al cruce con Marzagán. La consejera insular de Medio Ambiente, María del Mar Arévalo, negó ayer que los malos olores procedan del complejo medio ambiental que, aseguró, "está funcionando perfectamente". Arévalo recalcó que la impermeabilización del vaso intermedio es "perfecta" y "tanto los técnicos insulares como una empresa externa certifican que está todo perfectamente bien. Me resulta extraño que el olor llegue a Marzagán a más de dos kilómetros de distancia".

Sin embargo, los vecinos de Salto del Negro denunciaron que siguen sufriendo los olores, salvo cuando sopla en viento Sur, y achacan la propagación de la peste hasta zonas como La Laja o el antiguo Tívoli, a la mayor altura que tiene el vaso que se usa ahora, que sustituyó al antiguo, cerrado hace algo más de un año por orden de la Unión Europea. Esa mayor altura, sostuvieron, favorece que el viento expanda el olor más lejos. "Los olores están llegando a Marzagán y hasta El Fondillo", criticaron.

Fidel García, presidente de la asociación de vecinos La Voz de Salto del Negro, afirma que la situación "no ha mejorado en el complejo y afecta cada vez a más barrios. Están depositando animales sin ningún tipo de control y no tapan la basura adecuadamente".

Por otro lado, el Ayuntamiento rebajó en casi dos millones la tasación inicial que hizo sobre los terrenos del vertedero para cerrar un acuerdo con el Cabildo, que finalmente pagará a la ciudad 6,4 millones por los más de 800.000 metros cuadrados de superficie del complejo ambiental, tras más de dos años de tiras y aflojas.

Los técnicos del Cabildo valoraron en 6,4 millones el valor de dichos terrenos, frente a los 8,19 millones en que fueron tasados por los técnicos municipales, quienes finalmente, según informó ayer en comisión de pleno de Organización el concejal de Medio Ambiente, Ángel Sabroso, bajaron su cifra tras las reuniones mantenidas con los funcionarios de la institución insular. A juicio de Sabroso, el cambio en la cantidad se debe a que finalmente se valoró el suelo conforme al "uso que tenían en el momento de la expropiación".

Por su parte, la concejala del PSOE, Inmaculada Medina, acusó al alcalde Juan José Cardona de vender el suelo del vertedero "por calderilla". Medina dijo que el alcalde habló en su día de que no vendería dichos terrenos por menos de 20 millones y añadió que finalmente ha optado por traspasarlo a "precio de saldo, lo que no es más que otra muestra del desprecio con el que el PP maneja los bienes públicos de este municipio. Cardona y Sabroso pasaron por el aro del Cabildo".