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Un vecino de Las Torres va a la cárcel por dejar morir a su madre

Carmen Medina, de 74 años, falleció por la falta de agua y de alimentos

Un vecino de Las Torres va a la cárcel por dejar morir a su madre

Un vecino de Las Palmas de Gran Canaria ha aceptado dos años y medio de prisión por descuidar la atención de su madre en la casa familiar de Las Torres hasta dejarla morir "deshidratada" y en estado de "extrema desnutrición", según los hechos que ha admitido el acusado en el Juzgado de lo Penal número 4 de la capital grancanaria.

Francisco Pérez Medina se enfrentaba a una pena de ocho años de cárcel: cuatro por un delito de abandono de familia y cuatro por homicidio por imprudencia grave, pero su abogado logró un buen acuerdo con el Ministerio Público para rebajar la pena a cambio del reconocimiento de los hechos.

El juicio tuvo lugar el pasado jueves en el Juzgado de lo Penal número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, aunque no hizo falta su celebración formal al pactarse una sentencia de conformidad. "Estoy de acuerdo con todo menos con lo de que no dejé entrar a los médicos para atender a mi madre", replicó Francisco Pérez al juez cuando éste le leyó la acusación del fiscal a los efectos de ratificar el acuerdo.

Pero el calvario que ha sufrido Carmen Medina Espino está documentado por los forenses del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas. Esos hechos, que tienen la consideración de probados, revelan dos años de abandono total hasta fallecer en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín.

Carmen Medina murió con 74 años. Sufría diabetes y otros padecimientos relacionados con esa edad. También alzhéimer en grado avanzado, con una demencia que le impedía valerse por sus propios medios. Sin embargo, pese a esa dependencia, su hijo se "desentendió totalmente de ella", concluye el fiscal en su relato de los hechos.

No le procuró atención médica. Tampoco le facilitó alimentos y bebidas de manera "regular". No se preocupó de su aseo diario ni mantuvo la vivienda en condiciones "mínimas de salubridad", sino que se dedicó a acumular basura mientras su madre permanecía largas temporadas sola en casa, sin poder levantarse de la cama.

Toda ese cúmulo de despropósitos llevó a Carmen Medina a un estado de "desnutrición extrema", deshidratación y múltiples úlceras infectadas. Esa falta de atención médica y de terceras personas desembocó en su muerte el 24 de junio de 2012.

Quizá lo más grave fue que Francisco Pérez no dejó entrar en la vivienda a dos hermanas de su madre y a una sobrina. Tampoco a los Servicios Sociales ni a un médico forense comisionado por la Fiscalía de Las Palmas para conocer el estado físico y mental de la anciana. El Ministerio Público abrió la investigación tras una denuncia presentado por el Ayuntamiento, cuyas trabajadoras sociales dieron la alarma al no poder entrar en la casa de Las Torres.

Francisco Pérez, al ser condenado a una pena superior a los dos años de prisión, deberá ingresar de manera efectiva en el centro penitenciario. En 1991 fue condenado por un robo con violencia. Y es que su vida, desde los 17 años, ha estado vinculada al consumo de drogas, con varios antecedentes en ese sentido. Cuando desatendió los cuidados de su progenitora estaba mejor, sólo consumía metadona. Se gana la vida recogiendo cosas de la basura. Su abogado se agarró a esas vicisitudes para negociar a la baja la pena de cárcel con el fiscal. También jugó a su favor, a parte de esa adicción de larga duración, que finalmente llevara a su madre al hospital. Fue demasiado tarde.

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