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Un yate de 150 millones de euros

El 'Pelorus', el navío que Abramovich vendió al productor David Geffen, atracó ayer en La Luz

El 'Pelorus', ayer, en el recinto de la capital grancanaria. SABRINA CEBALLOS

Una millonada. Eso es lo que pagó el productor David Geffen al magnate ruso Roman Abramovich por su magnífico Pelorus. Un yate de 115 metros de eslora que no sólo es más grande que, por ejemplo, el catamarán de Fred. Olsen que cubre el servicio entre La Luz y Morro Jable (apenas 96 metros de Bonanza Express): con dos helicópteros y varias motos de agua entre sus equipamientos, el moderno navío está concebido para largas travesías... y unas vacaciones en el mar por todo lo alto.

En concreto, fueron 150 millones de euros los que abonó Geffen en 2011 al célebre dueño del Chelsea, que, por otra parte, no echará de menos otro barco. Abramovich es conocido por acaparar embarcaciones deportivas de gran eslora, entre ellas, el Eclipse, un monstruo de 170 metros de eslora que está considerado el yate más largo del mundo. Joya que, por cierto, recaló en el año 2012 en el Puerto de la capital grancanaria.

Lo mismo que hizo ayer el Pelorus, en una escala habitual para este tipo de buques. Muchos de ellos están destinados al Mediterráneo, y, cuando llega el cambio de estación, sus propietarios deciden moverlos al Caribe. El Puerto de la capital grancanaria es idóneo para que sus tripulaciones completen los avituallamientos necesarios. Estos marinos son los únicos que disfrutan de estas largas travesías transoceánicas. Una vez en destino, son los dueños o sus familias (o sus invitados) los que sí aprovechan todas las comodidades de este tipo de embarcaciones.

Que no son pocas. En el caso del Pelorus, se cuentan entre ellas dos piscinas. Sus interiores están revestidos en buena parte en madera, y sus estancias son amplias y equiparables a modernos y lujosos apartamentos. Apenas les falta de nada a unos camarotes que, en total, pueden albergar a una veintena de invitados. Siempre, para ser atendidos por una tripulación de 40 efectivos.

Los astilleros Lurssen Yachts , en Alemania, completaron en 2003 la construcción de un navío que, en lo referente a habitabilidad interior, se ajustó a los diseños del estudio Terence Disdale Design. Los medios especializados catalogan de "lujo extremo" las prestaciones de este yate que originalmente pertenecío a un jeque árabe. El primer propietario decidió venderlo después de completar sus primeras travesías, y fue Abramovich el que no dudó en adquirirlo. Al ruso tampoco le tembló el pulso a la hora de adaptar el color y las estancias a sus gustos: en 2007 el Pelorus se sometió a una intensa renovación.

Cuatro años después, el millonario del Este cerró un trato con David Geffen por la aludida módica cantidad de 150 millones de euros. A Geffen también le van los yates, en plural, como certifica su posterior adquisición del Rising Sun. Un coloso de 138 metros de eslora que compró al primer espada de la corporación Oracle, Larry Ellison.

El actual dueño del Pelorus es el impulsor de la discográfica Geffen. Una firma que elevó al estrellato a grupos de Rock contundente como Aerosmith o Guns n' Roses, o bandas de marcado perfil alternativo, caso de Nirvana o Sonic Youth. Estadounidense de nacimiento y reconocido filántropo, Geffen es también productor teatral y uno de los fundadores de Dreamworks. Esto es, el invento de uno de sus amigos más famosos, Steven Spielberg, para sostener e impulsar ambiciosos títulos cinematrográficos, videojuegos y series de televisión.

El lujoso yate del afamado productor llegó a La Luz sin huéspedes notables a bordo. Es lo habitual en las embarcaciones que tocan puerto para, como fue el caso, completar una breve parada de avituallamiento de combustible, víveres y algún repuesto. Hasta 500 yates de lujo rondan cada año el Puerto en su trayecto desde el Mediterráneo al Caribe. No todos tocan muelle, por falta de atraques adecuados e infraestructuras para sus reparaciones. Algo que aspira resolver la Autoridad Portuaria en los próximos años, con el impulso de una marina para megayates en el antiguo Muelle Pesquero.

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