La defensa basa su petición de absolución en un informe forense que cuestiona el testimonio de la niña, el cual fue recogido como prueba preconstituida y se reprodujo ayer en el juicio a puerta cerrada para proteger a la menor. El forense de la defensa considera que la veracidad de una víctima de tres años es "muy difícil de analizar" precisamente por su edad, pues están en pleno proceso de formación del lenguaje y tienden a complacer a los adultos. En cambio, el forense judicial se ratificó en la veracidad del testimonio y negó contradicciones. Manuel Reyes