La mayoría de los símbolos y nombres de calles y plazas relacionados con la sublevación militar y la dictadura franquista desaparecieron de la capital grancanaria en la década de los ochenta. En la última década han ido desapareciendo calles como la del General Martínez Anido o la placa de la fachada del Gobierno Militar, en la que se conmemoraba el inicio en ese edifico del "movimiento salvador de España". La plancha, que llegó a ser denunciada por un ciudadano en los tribunales por hacer apología del terrorismo, desapareció un buen día, de forma misteriosa de la fachada, durante el mandato del ex alcalde Jerónimo Saavedra y fue uno de los últimos símbolos conmemorativos que se esfumó de un golpe fascista. Pero aún quedan huellas en los nombres de algunas calles o en símbolos como el yugo y las flechas, que decoran las promociones de viviendas que promovió el extinto patronato Francisco Franco, como el que se puede ver en las fachadas de unas casas de Escaleritas, en la calle Azofra del Campo.
También han sobrevivido varias calles con nombre de batallas de la guerra civil, como la de Brunete, de Teruel, Ebro o Belchite. El capitán general García-Escámez, el que fuera jefe del Mando Económico de Canarias, aún tiene una plaza en la zona de San Antonio y un salón con su nombre en el Hotel Santa Catalina, cuya reconstrucción impulsó. El busto estaba situado hace unos años, cerca del colegio García Escámez que cambió el nombre por José Antonio Ramos, pero se trasladó a una plaza más escondida.
En Tamaraceite hay un paseo de Los Mártires, que aunque no se refiere a nadie en particular, todo el mundo supone que está dedicado a los del bando de Franco. A los habitantes de las Casas Baratas, que dan justo a esta calle les gusta bromear diciendo que es a ellos a quien se refiere la placa, por la paciencia que han tenido esperando por una reposición de las viejas viviendas que nunca llega. En el barrio de la Feria hay un Alférez Provisional. En frente de Miller está la plaza de Ramón Franco. Y en Vegueta pervive Calvo Sotelo.
El concejal de Participación Ciudadana, Agustín Millares, anunció hace unas semanas su decisión de revisar el callejero para impulsar la desaparición de nombres relacionadas con el franquismo o con otros dictadores como Primo de Rivera, que aún tiene un muelle a su nombre en el Puerto de La Luz, pese a que el presidente de la Autoridad Portuaria, intentó cambiarlo, sin éxito, porque el expresidente del Cabildo, José Miguel Bravo de Laguna, bloqueó la iniciativa en el consejo de administración.
Millares destaca que el objetivo de esta iniciativa es dar cumplimiento a Ley de Memoria Histórica y hoy tendrá lugar una reunión del consejo asesor de la memoria histórica, donde se abordará por un lado la revisión del callejero y la simbología que glorifica el franquismo y, por otro, la organización de un homenaje a las 60 personas que fueron fusilados en La Isleta por pertenecer al bando republicano. La modificación de calles, cuyo listado está todavía sin terminar, será sometida a debate y se llevará a cabo una vez que se alcance un consenso, subrayó Millares, que propuso eliminar la calle de Calvo Sotelo, que secundó el golpe fascista, o la de la Batalla de Brunete. "Las personas que dan nombre a las calles deben dar ejemplo y deben ser motivo de orgullo y no pueden estar dedicadas a personas con actitudes dictatoriales y fascistas. Es como si le pusiéramos una calle a Drácula o a Jack el destripador. No son un ejemplo para nadie", subrayó el concejal, quien añadió que algo parecido ocurre con la glorificación de las batallas de la Guerra Civil, que recuerdan hechos brutales en las que un bando, el fascista, venció al otro", que defendía la legalidad del régimen democrático que ganó las elecciones. Según Millares, "el núcleo duro", con los nombres de los principales protagonistas, como Franco, desapareció, "pero en el segundo nivel, se bajó la guardia". Una asociación liderada por Simón Concepción ha propuesto un listado, todavía sin terminar, en el que plantea la eliminación de las calles Jesús Ferrer Jimeno, Diego Vega Sarmiento, Alejandro del Castillo, Francisco Hernández González y avenida Alcalde José Ramírez Bethencourt, todos ellos alcaldes de la capital, entre 1935 y 1944. También proponen la eliminación de las Calles Alférez Provisional y García Morato, este último un militar que perteneció al bando sublevado.
