El que fuera presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas entre 1996 y 2003, Luis Hernández, considera factible la recuperación de la Base Naval para uso civil, tal y como baraja el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, "pero es una cuestión muy compleja en la que lo más importante es que haya consenso entre las administraciones". Durante su mandato, Hernández lideró junto a otros políticos una campaña para devolver este espacio a la ciudad. "En su día estuvimos más cerca que nunca", dice, pero al final "no hubo voluntad política" porque "el estamento militar no era el propicio y desde la administración no se quiso forzar".
Hernández ve positivo que el Consistorio recupere esta reivindicación histórica, pero opina que hay que hacerlo "con mucha planificación". "No es cuestión de hacer declaraciones, de sacar titulares; se tienen que poner de acuerdo el Ayuntamiento, el Cabildo y las autoridades militares para concretar una solución económica que le dé un uso ciudadano y comercial a la Base Naval". Y es que opina que la zona es perfecta para albergar atraques de cruceros e incluso la terminal de pasajeros de Naviera Armas, que finalmente se situará en el muelle de La Esfinge.
Acerca de la problemática del calado y la loseta que hay en el fondo, que según algunos técnicos impide aumentar la profundidad porque afectaría incluso a las estructuras de los edificios situados en la avenida José Mesa y López, el expresidente del Puerto comenta que son "rollos". "Hay unas dragas estupendas en Noruega, Suecia o Dinamarca, que pueden hacer cuatro metros de fondo en cosa de meses y no se cae nada, lo dejan perfecto", apunta.
Hernández también se refiere a los costes que conllevaría la operación de reubicar a los militares en otra zona. En este sentido, comenta que se podría realizar una inversión urbanística. "La Base Naval tiene más de cien mil metros cuadrados y si damos un 20% para uso comercial se rentabilizaría la reubicación y nos quedaría un 80% de uso público", señala. Y añade: "Nosotros teníamos proyectado que en la zona iba a haber dotaciones urbanísticas al estilo de aquella época, como un macrohotel de cinco estrellas para los cruceros, y los números daban".
La época en la que el movimiento de recuperación de la zona se reactivo se produjo a finales de la década de los 90 del siglo pasado, cuando Hernández, acompañado entre otros por los ocuparon el cargo de presidentes del Cabildo de Gran Canaria, María Eugenia Márquez y José Macías, acudió a Madrid para reunirse con los responsables del Gobierno estatal. "Teníamos el apoyo del Ayuntamiento y del Cabildo, hubo reuniones con el por entonces secretario del Estado, que es el actual ministro de Defensa, José Morenés, que nos dijo que era un tema complejo y que no era fácil porque no se hace una Base Naval en cuatro días", recuerda. "Y eso que en aquel momento había más fondos que ahora", agrega.
Para más adelante
Para Hernández, durante aquellos años se estuvo a punto de conseguir la permuta de esta superficie por otra, pero "Macías tampoco estuvo muy por la labor de empujar mucho porque también gobernaba el PP y casi dijeron que dejáramos el tema para más adelante", afirma. En las reuniones sí se concretaron otros temas como la cesión del millón de metros cuadrados de La Isleta para que el Puerto desarrollara allí la construcción de nuevas infraestructuras.
Durante los encuentros, la Autoridad Portuaria ofreció a Defensa el espacio del actual muelle de La Esfinge. "Les encantaba desde el punto de vista militar", afirma Hernández, "pero después conllevaba una problemática con el tema de las viviendas de los militares, que vivían por la zona de Mesa y López". Para el expresidente, la opción más factible para la Armada sería continuar en la capital dado que es "ideal" para el apoyo de otros buques militares en el suministro de materiales y también en materia de reparaciones.
