La Delegación de Gobierno se sentará esta semana con las partes implicadas en el conflicto de seguridad que aboca al Muelle Deportivo de Las Palmas al cierre en las noches de los fines de semana, para tratar de arbitrar una solución que frene esta medida, cuya puesta en marcha está prevista para septiembre.
La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, explicó ayer que tanto la Autoridad Portuaria de Las Palmas como la Federación de Empresarios de la Hostelería y el Turismo (FEHT) y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se han puesto estos días en contacto con su departamento para explicar el conflicto y apelar a su mediación. La Autoridad Portuaria es administración estatal, pero tiene autonomía para tomar decisiones como el cierre nocturno del Muelle Deportivo sin consultar con la Delegación del Gobierno, como de hecho ocurrió. El departamento que dirige Hernández Bento fue informado de la decisión una vez que ya se había adoptado
"Me llegó un escrito de la Autoridad Portuaria notificando el cierre. Por otro lado, he recibido llamadas del alcalde y del sector empresarial. Les he dicho que la semana que viene buscaremos un hueco para sentarnos, poner las cosas encima de la mesa y llegar a una solución entre todos", explicó la delegada gubernamental, que recuerda que el alcalde no tiene competencias en este asunto, "pero entiendo su postura de preocupación".
Hernández Bento recordó que "la Guardia Civil ejerce sus competencias en el recinto", pero hay que "buscar la colaboración y buscar que la seguridad esté garantizada, que haya garantías". La delegada del Gobierno central pide comprensión para la decisión adoptada por la Autoridad Portuaria. "Hay que entender que la Autoridad Portuaria lo que quiere es que se cumplan las normas", añadió, "lo importante es arreglarlo. Vamos a intentarlo".
Posible consenso
Fuentes consultadas aseguran que cualquier solución para frenar el cierre de La Marina en las noches de los fines de semana, tal y como ha aprobado la Autoridad Portuaria para septiembre, pasa por que se resuelva con garantías el problema de seguridad que se plantea en estas instalaciones que combinan su uso de atraque para embarcaciones con el de ocio. Como el conflicto se centra en un negocio concreto, la discoteca Varadero, la solución de consenso puede pasar por una mayor implicación de las fuerzas de seguridad en el recinto, siempre que los responsables de este espacio a su vez ofrezcan un mayor control dentro de su espacio.
La baja edad de los que frecuentan esta discoteca ha sido esgrimida como uno de los problemas que subyacen a la inseguridad, pues es una clientela que por su perfil atrae a la zona prácticas como el botellón o el menudeo de drogas, que han alarmado a los que tienen sus embarcaciones atracadas en el Muelle Deportivo. Son cuestiones que deberán de afrontar entre todos los que se reunirán.