El Ayuntamiento de las Palmas de Gran Canaria sacará 20 plazas más para la Policía Local el próximo año para paliar la falta de efectivos que sufre la ciudad. Así lo anunció ayer Augusto Hidalgo después de que el jefe del cuerpo, Francisco Javier Henríquez Rodríguez, le comentase públicamente que considera "insuficiente la plantilla" con la que actualmente cuentan. Una situación ante la cual el alcalde aseguró que se van a "seguir reforzando para que las 579 vacantes que existen estén todas cubiertas -de momento hay libres casi un centenar-". De cara al futuro, esta no será la única medida que emprenderá el tripartito, ya que según también informó el regidor municipal, se va a recuperar el Servicio de Atención a la Mujer y al Menor (Seamm), "suprimido" en el anterior mandato.
Las propuestas de Hidalgo llegaron en uno de los días más importantes para la Policía Local, quien ayer celebró la festividad de su patrono, el Cristo de la Vera Cruz. Durante el acto institucional que tuvo lugar en la plaza de Santa Ana y que presidió el propio alcalde, se hizo entrega de los honores y distinciones concedidos en esta ocasión a más de una treintena de personas, en su mayoría miembros del cuerpo de cuerpo de seguridad. Si bien anteriormente, durante toda la mañana, las distintas unidades especializadas de la Policía Local participaron en una muestra de vehículos y material organizada en la misma plaza a la que asistió un gran número de escolares.
El primero en tomar la palabra, antes de comenzar con la imposición de medallas, fue Francisco Javier Henríquez Rodríguez, comisario principal y jefe de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria. En una alocución que duró apenas unos minutos, el máximo representante del cuerpo dio a conocer algunos datos sobre la situación actual en la ciudad. De este modo, Henríquez reveló que se ha incrementado "la confianza de los ciudadanos, no solo a través del 092", así como se han aumentado los controles del alcoholemia, lo que a su vez se ha traducido en una reducción de accidentes de tráfico -que han pasado en un solo año de 3.309 a 3.154-. La última parte del discurso, estuvo dirigida a Augusto Hidalgo a quien le comentó que hacen falta más efectivos, más cursos de formación (sobre todo en idiomas) y una renovación del parque móvil.
Tras Henríquez Rodríguez, la secretaria del Consistorio, Ana María Echeandía fue la encargada de dirigir la ceremonia a la que también asistieron María del Carmen Hernández Bento, Delegada del Gobierno; Australia Navarro, portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias; la senadora autonómica por el PP, Pepa Luzardo; Carmen Hernández, alcaldesa de Telde; y varios concejales de la corporación. Durante el acto de honores y distinciones de la Policía Local, se reconoció con la Medalla de Oro del cuerpo al comisario jefe del mismo, Zenón Herminio Eugenio Sánchez Espino. Entre sus méritos destacan sus planes de actuación en eventos como la visita de los Reyes de España, las fiestas de Carnaval o la Gran Canaria Maratón. Asimismo, también ha sido galardonado por su colaboración en el dispositivo de seguridad que se realizó junto al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en el incendio que afectó a la localidad en 2007, por su labor docente y, en general, por su experiencia profesional de 42 años en la Policía Local.
Por su parte, la Medalla de Plata le fue entregada a otra treintena de galardonados más, 28 de los cuales eran agentes de la guardia urbana, del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, además de miembros del Ejército. También recibieron esta condecoración el magistrado Pedro Herrera y el sacerdote de la parroquia de San Agustín, Diego Monzón, todos ellos por su labor y dedicación para fomentar y garantizar la seguridad en el municipio.
Entre los premiados pertenecientes a la Policía Local de la capital y en servicio activo, destaca el agente Eduardo Arbelo Betancor, que participó en el rescate de un habitante de las cuevas situadas bajo el puente de la GC-2, en dirección al Barranco del Agua de Firgas, después de que una bombona de gas explotase en el interior de la misma.
Ignacio Cabrera Ramos, que también sigue en activo, también salvó la vida de un vecino en la costa capitalina. "Hace un año un señor estaba haciendo snorkel en una zona de El Confital que estaba restringida al baño. Había fuerte oleaje y de los golpes que estaba recibiendo, el hombre estaba en estado de shock. Así que me metí en el agua para sacarlo", rememoró quien lleva 17 años en el cuerpo. No lo hizo porque tuviese una formación específica al respecto, sino por salvaguardar la integridad de las personas, aseguró. "Muchas veces tienes un segundo para hacerlo o no hacerlo y, en ese momento, yo ni me lo pensé", apuntó. Y aunque este episodio tuvo un final feliz, Cabrera Ramos señaló que también hay momentos duros que es mejor apartar de la mente. "No obstante, siempre aprendemos algo, porque cada intervención es distinta, cada ciudadano es distinto y eso, al final, nos enriquece mucho".
Después de 18 años en el cuerpo de Policía Nacional, el oficial Gerardo Robaina Pacheco recuerda con especial cariño uno de esos "buenos momentos" de los que hablaba su compañero. "Hace un par de años tuvimos que acompañar hasta el hospital a una mujer que estaba a punto de dar a luz", recordó quien también recibió la Medalla de Plata por "los servicios prestados" durante su trayectoria. Por este mismo motivo, también recogió el galardón Adonay Berriel Suárez, quien lleva una década como agente del cuerpo.
