Rotos de dolor y con rostros de cansancio e incomprensión. La familia y los más allegados a Saray González García la despidieron ayer en su isla natal, La Palma, acompañados de los vecinos, que quisieron arroparlos en tan terribles momentos. Las amigas más íntimas de la joven universitaria, que fue asesinada en la calle Pérez del Toro de Las Palmas de Gran Canaria el pasado martes, escribieron un pequeño texto en su honor, en el que destacaron su eterna "sonrisa" y no quisieron decirle adiós, sino un "hasta pronto, pequeña".

Saray hubiera cumplido el próximo martes 27 años. Estudiante de Relaciones Laborales en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), era su segunda carrera, puesto que ya había cursado el grado de Dirección y Administración de Empresas. El día de su muerte estaba estudiando para un examen y era, según sus amigas, una persona afable y muy estudiosa. El martes pasado, su compañera de piso la encontró en el hogar que compartían en la calle Pérez del Toro de la capital grancanaria. Presentaba hasta cuatro golpes en la cabeza de los que no se pudo recuperar.

La conmoción se adueñó de la comunidad universitaria y de la opinión pública que no se explica tan brutal agresión. El miércoles se convocaron sendos minutos de silencio en la Facultad de Ciencias Jurídicas del Campus de Tafira en los que sus compañeros mostraron su apoyo a la familia de Saray.

En las primeras horas, vitales para la investigación, la policía y el juez centraron sus pesquisas en el entorno de la joven palmera. La puerta no estaba forzada, lo que hace sospechar que conocía a la persona que le causó la muerte. Al mismo tiempo, se investiga en su teléfono móvil para ver si entre sus mensajes y llamadas se puede llegar a una pista sólida para resolver el caso.

Presentaba heridas de defensa y se ha determinado, por parte del Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, que el arma que se utilizó era contundente y de borde afilado.

El juez decretó el secreto de las actuaciones para evitar que la investigación se viera desvirtuada y la familia agradeció las muestras de apoyo, pero pidió respeto para que los agentes pudieran detener al agresor cuanto antes.

"Hoy es un día diferente. Un día en el que las palabras no son suficientes para describir cómo te sientes de verdad", comienza el texto de las amigas de Saray, que viajaron a La Palma, la isla de sus amores, para dar aliento y acompañar a su gente. "Todos los que estamos aquí sabemos cómo era, su sonrisa era su dosis de cada día. Compartimos tantos momentos contigo Saray, tantos sufrimientos y alegrías en la Universidad, que sin ti será todo diferente, serás ese huequito vacío al lado de nosotras", continúa.

La víctima de este crimen tan terrible adoraba a su familia y a su isla. "Tus increíbles anécdotas cada vez que salías o cuando nos contabas con voz de anhelo momentos que pasabas con tu familia, hacía que, aunque no los conociéramos, los conocíamos, gracias a ti", señala la despedida de las universitarias. "Por fin se ha cumplido tu sueño, el poder estar todas juntas en tu querida isla, La Palma, esa isla peculiar y tan familiar de la que tanto nos has hablado, pero, sinceramente, queríamos compartirlo contigo".

Y termina: "Has emprendido un viaje sin pasaje de vuelta que nadie se esperaba, no podremos decir adiós a algo que jamás será olvidado, así que de parte de tus amigos sólo nos queda decirte: hasta pronto pequeña".