El Ayuntamiento repone las boyas del fondeadero del Confital y La Laja

El Ayuntamiento repondrá las boyas de los fondeaderos del Confital y La Laja el próximo mes de febrero. Así lo informó ayer José Eduardo Ramírez, concejal de Playas, quien además explicó que "la idea es monitorizar las nuevas balizas para controlar su uso, así como para comprobar el motivo por de su deterioro". Y es que de la docena que se colocaron en 2012, tan solo dos han sobrevivido a los distintos temporales y actos de vandalismo que han tenido lugar desde entonces. Para su reposición, el Consistorio ya tiene aprobada una consignación presupuestaria cifrada en torno a los 8.000 euros.

Fue hace tres años cuando la bahía capitalina celebró la construcción de los dos fondeaderos de carácter público con los que cuenta el municipio. El primero en inaugurarse, en el mes de octubre, fue el de la playa de La Laja. Allí se colocaron, durante el anterior mandato, tres dispositivos anclados al fondo marino con unos cajones de mil kilos de peso que permitían el amarre y gratuito a embarcaciones recreativas, deportivas y de ocio de hasta 12 metros de eslora. Actualmente, no queda ninguno de ellos, ya los destrozaron y robaron sus cadenas, según fuentes municipales.

El segundo fondeadero, el del Confital, tampoco salió mejor parado. Si bien la pérdida de siete de las nueve boyas que se colocaron en diciembre de 2012 se debe a los estragos climáticos y a las corrientes marinas. En su día, las balizas se colocaron para un uso similar al de La Laja.

Con el objetivo de dinamizar las actividades deportivas, subacuáticas, turísticas y de ocio de forma temporal, se ubicaron en tres puntos del litoral, ancladas también al fondo con unos cajones de mil kilos. Concretamente, se colocaron en tandas de tres a la altura de La Puntilla, del Roque Matavinos y del Soco del Confital. Es en esta última zona donde únicamente sobreviven un par de dispositivos, según recoge la página Miplayadelascanteras.com.

Según la web, el proyecto costó 18.000 euros. La reposición de las balizas y de sus respectivas cadenas, prevista para el próximo año, contará en cambio con un presupuesto que ronda los 8.000 euros y que ya ha sido aprobado para el próximo ejercicio económico por el Consistorio. No será hasta febrero cuando se pongan las nuevas balizas, con el objetivo de dejar pasar los meses de mayor inestabilidad climática para facilitar su colocación. En esta ocasión, la novedad será la monitorización de las boyas que, según el edil responsable del área de Playas, permitirá valorar si la presencia de este equipamiento es verdaderamente útil, al tiempo que facilitará conocer si la distribución del mismo es el correcto.