El Cabildo de Gran Canaria inició hace dos semanas varias actuaciones en la autovía del Sur, a la altura del mirador de La Laja, para evitar nuevos desprendimientos de piedras, así como la inundación de la calzada por el agua de la lluvia. Las obras durarán un mes y medio, según el consejero de Obras Públicas del Cabildo, Ángel Víctor Torres, quien informó de que las obras tienen un presupuesto de 350.000 euros.

Las obras han obligado a cortar el carril izquierdo de la GC-1 en dirección Sur-Las Palmas, lo que está provocando un tráfico lento en la zona durante las horas punta. Torres explicó que se ha indicado a la empresa que realice las obras entre las nueve de la mañana y la una del mediodía, para lograr que los trastornos a los automovilistas sean los menores posibles.

La primera obra, que tiene una financiación de 200.000 euros, consiste en la instalación de una conducción de aguas pluviales, a la altura de la entrada del antiguo Tívoli, que atravesará por debajo la autovía, para evitar que se inunde la carretera cuando caen lluvias fuertes. Con la nueva actuación de drenaje, las aguas serán conducidas al mar directamente.

La segunda obra, que tiene un presupuesto de 150.000 euros, consiste en la renovación de las mallas que protegen la ladera de la curva situada justo en frente del Mirador de La Laja. El objetivo de esta actuación consiste en evitar desprendimientos de piedras como los que se produjeron en octubre pasado, con las lluvias torrenciales.

Los operarios están procediendo a limpiar primero la ladera, para eliminar los materiales que están sueltos, y a reforzar y renovar las mallas metálicas que impiden que las piedras caigan en la carretera. Las obras de enmallado de la ladera se están costeando a través del contrato de mantenimiento, al que se ha aplicado una mejora por parte de los adjudicatarios, señaló Torres. El Cabildo ha reasfaltado también esta semana algunos tramos de la Avenida Marítima que se encontraban muy deteriorados por las últimas lluvias y también porque llevaban varios años sin ser sometidos a labores de mantenimiento. Los tramos repavimentados son los comprendidos entre el Teatro Pérez Galdós y la calle Bravo Murillo; entre Juan XXIII hasta el Club Náutico, y entre Pérez Muñoz y la Plaza Belén María.