El gerente de la terraza Sotavento Club, Antonio Márquez, ha intensificado las gestiones con el Ayuntamiento para evitar el cierre de su negocio y mantener el local abierto como discoteca, según explicó ayer el concejal de Urbanismo capitalino, Javier Doreste.
El empresario del ocio nocturno ha emprendido una batería de actuaciones para contrarrestar las denuncias de su competidor, Juan José Castellano, las cuales han derivado en una orden municipal de cierre para este fin de semana por carecer de título "habilitante", esto es, por no tener el permiso necesario para funcionar como discoteca.
Márquez, de momento, ha ganado el primer asalto de esta nueva batalla por el ocio nocturno, que se remonta al verano pasado, cuando Castellano presentó varias denuncias contra Canary World Productions & Events por la actividad de sus cuatro locales en el Centro Comercial Sotavento. Su abogado, Yeray Alvarado, ha logrado frenar la clausura al recurrir la resolución, pero se trata de una "medida cautelar provisionalísima", sobre la que aún debe pronunciarse el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 de Las Palmas, pues la decisión de mantener o levantar la medida cautelar aún está pendiente de resolución.
La magistrada Esperanza Ramírez celebró ayer una comparecencia para que las partes enfrentadas en el pleito fijaran sus posturas. Los servicios jurídicos municipales se ratificaron en la resolución de "clausura de la actividad" del Sotavento Club (locales 10, 11, 12 y 13), que fue dictada el pasado 15 de diciembre por la directora general de Edificación y Actividades, mientras que el empresario tacha la medida de desproporcionada y alega que la terraza tiene el título habilitante para abrir porque ha presentado toda la documentación necesaria para desarrollar su actividad.
Eso, en síntesis, es lo que deberá evaluar la juez. Se trata, por tanto, de un debate estrictamente jurídico, en el que se deberá concretar si la presentación de una declaración de responsabilidad es suficiente para funcionar o es necesario esperar a la obtención del permiso para abrir como discoteca.
Doreste, en ese sentido, reconoció ayer que se han "acelerado" los trámites para "regularizar" la situación del Sotavento Club. "El procedimiento está reglado, desde que cumplan con las normas le damos el permiso", subrayó el edil, con la intención de dejar clara su voluntad de llegar a un acuerdo y desactivar el conflicto entre los dos empresarios. El Ayuntamiento también se ha visto obligado a cerrar la discoteca 3x1, que es propiedad de Castellano, tras una denuncia de Márquez por anomalías en las instalaciones.
Y es que las órdenes de cierre se han sucedido desde el verano. La primera resolución contra el Sotavento Club se dictó el 15 de diciembre "por carecer del necesario título habilitante". El Ayuntamiento la dejó en suspenso de manera provisional el 5 de enero y, el pasado 21 de marzo, la Dirección General de Edificación y Actividades revocó dicha suspensión para ordenar a la terraza la paralización voluntaria en 48 horas. Canary World Productions & Events recurrió y logró la suspensión cautelar, pero un auto del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 dejó sin efecto la medida el 14 de abril. Esta última resolución motivó que el Ayuntamiento ordenara por tercera vez en cuatro meses el cierre de la terraza. Fue el jueves 21 de abril, con un plazo de paralización voluntaria de dos días, para luego proceder al precinto por la Policía Local en caso de incumplimiento.
Por tanto, al abrir el negocio los fines de semana, es este viernes cuando se iba a producir el cierre. La orden de clausura, sin embargo, es la que ha logrado parar Alvarado con carácter "provisionalísimo y urgente", según el auto dictado este martes y notificado el miércoles. Queda pendiente otra resolución que confirme, modifique o revoque dicha decisión.
