Aquel 22 de mayo de 1986 quedó marcado en la historia de los bomberos de Las Palmas de Gran Canaria. Enrique González Crespo, Juan José Llamas Mateo, José Pérez Hernández y José Juan Medina Rodríguez acudieron junto al resto de compañeros del parque de Miller Bajo hasta la calle La Naval. Allí se había originado un incendio en el interior de un taller ilegal. Momentos después, se produjo la tragedia. Estos cuatro agentes del cuerpo de extinción fallecieron tras una explosión que provocó el derrumbe del edificio.

Este domingo se cumplen tres décadas de aquel fatal accidente. Como cada año desde que ocurrió la tragedia, sus compañeros, allegados y miembros de la corporación municipal rendirán un emotivo homenaje en la plaza de Bomberos situada en la calle de la capital grancanaria donde se produjo la explosión. Con ello quieren recalcar la labor de quienes actuaron en aquel servicio, pero también evitar que sucesos como éste caigan en el olvido para así evitar que se vuelvan a repetir.

Venancio Alonso es uno de aquellos bomberos que acudieron a la llamada de alerta. Junto al resto de componentes del cuerpo comenzaron a atajar el fuego. "Sólo sé que yo estaba de pie y junto a mi el cabo González agachado", recordaba Alonso en homenajes anteriores. "En ese momento explotó todo y la pared del taller se nos vino encima". Una botella de acetileno almacenada entre las paredes de aquel garaje había explosionado, provocando que los muros del inmueble cayeran sobre los bomberos que luchaban contras las llamas.

Las imágenes que se conservan de aquella fatídica jornada, que han sido recogidas en un vídeo homenaje colgado en YouTube por el usuario Víctor Monzón, demuestran la brutalidad del suceso. A su llegada, los servicios de emergencia se encontraron con bocanadas de humo oscuro que buscaban por donde salir del infierno que se había formado dentro del edificio. Las siguientes fotografías recopiladas reflejan el trabajo de desescombro que los bomberos realizaban en medio de las paredes interiores de la vivienda que quedaron al aire después de que los pilares quebraran con el estruendo. Después llegaron las escenas de dolor. Agentes rotos, cabizbajos, consolados por otros compañeros al conocer la dimensión de la tragedia que había ocurrido a las faldas de La Isleta.

El cabo Enrique González falleció en el acto, al igual que José Manuel Pérez y Juan José Llamas. José Juan Medina fue trasladado hasta el antiguo hospital de El Pino, donde falleció tres días después. Venancio Alonso pudo sobrevivir tras pasar dos meses en coma. La explosión le rompió la cadera por tres sitios diferentes, la rodilla y le desfondó un pulmón. Alonso permaneció tres años de baja médica hasta que finalmente decidió regresar al cuerpo de bomberos, donde sus compañeros siempre lo arroparon para superar, pero no olvidar, aquellos días.

Juanjo, Crespo, Cacuna y Medina volverán a la memoria de los más veteranos y de los más jóvenes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, quienes a partir de las 9.30 horas del domingo llevarán a cabo un sencillo acto de homenaje a sus antiguos compañeros.