Una plataforma ciudadana, promovida por el periodista Mariano de Santa Ana, entre otros, solicita al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria la creación de un catálogo del patrimonio natural de la capital con el objetivo de proteger los árboles singulares que viven en ella, tanto en jardines públicos como privados. Así lo recoge el documento que fue presentado el pasado lunes en el registro municipal en el que se hace hincapié en la importancia de la flora urbana, no solo como ornato de la ciudad. La petición fue promovida a través de la página change.org, donde ha recibido en casi dos meses el respaldo de 1.334 personas y entidades.

La propuesta arrancó el pasado mes de septiembre cuando varios árboles incluidos en la Orden de Protección de Especies de la Flora Vascular Silvestre de Canarias, como dragos y acebuches, fueron talados en la antigua Casa Bautista, como así denunció el periodista. En ese momento, el inmueble, obra de Miguel Martín- Fernández de la Torre, se encontraba en plena construcción de la nueva escuela infantil del Colegio Canterbury, quien lo había comprado para este fin a principios de 2015.

Las obras se tradujeron en la pérdida del que fuera uno de los jardines más importantes de Ciudad Jardín, donde tan solo una palmera canaria sobrevive en el espacio en el que convivía con dragos y acebuches, entre otros. Se desconoce si el centro educativo optó por el traslado y transplantado de la flora que gozaba con más de seis décadas de vida, en vez de por la tala, ya que este periódico intentó en reiteradas ocasiones contactar con éste sinm éxito.

En cualquier caso, lo que sí se sabe es que las citadas especies plantadas en el jardín de la casa de la plazoleta Milton están protegidas por el Gobierno de Canarias. Concretamente por la Orden de la Consejería de Política Territorial sobre protección de especies de la flora vascular silvestre de la Comununidad Autónoma de Canarias, aprobada el 20 de febrero de 1991, que se puede consultar en la web de la Administración regional.

Sin embargo, a nivel local la flora urbana carece de una normativa específica. Por ello, de Santa Ana puso en marcha la plataforma ciudadana con una iniciativa en change.org para promover la creación de un catálogo que recoja toda la vegetación urbana que existe en la ciudad, que facilite al órgano municipal su mejor control y protección.

"No comprendemos como en esta ciudad, cuyo nombre responde a su fundación junto a un palmeral, y que se erige sobre una naturaleza imponente, puedan hacerse todavía intervenciones poco afortunadas que afectan a una de sus mejores cualidades", reza el escrito que ha sido enviado junto a la relación de los 1.334 firmantes al Ayuntamiento capitalino. En el documento se insta a la corporación a emprender "una política de protección medioambiental más ambiciosa" que promueva a través del inventario de la vegetación "el máximo respeto por parte de los propietarios de los jardines privados y del conjunto de la ciudadanía".