Tamara Fietz reconoce vivir por y para la hípica, es su verdadera pasión. Aún así, el Carnaval no es algo nuevo para ella. En 2014 consiguió ser galardonada como Reina del Carnaval Internacional de Maspalomas. El siguiente paso fue probar suerte en la capital. En 2016 lo intentó, pero no logró ser reconocida como Reina de Los locos años 20. Tras este intento fallido, su propósito es salir victoriosa en el escenario de La eterna primavera.

No obstante, su verdadera pasión es la hípica. Desde pequeña lleva realizando este deporte junto a su hermana. Todo su tiempo libre lo dedica a cuidar a sus dos caballos, Liron W y Bourbon du Rouet. Con el primero logró el año pasado ser premiada en el Campeonato de Canarias de Salto, un reconocimiento muy importante para ella. "Domé y entrené con ese caballo desde que era un potro, durante seis años, fue todo un reconocimiento a mi esfuerzo y dedicación", así cuenta su historia Tamara, cargada de ilusión por ser su primer premio en años.

Por otro lado, Bourbon du Rouet es un pequeño potro que compró el año pasado en Alemania. Tiene muchas esperanzas puestas en él, "mi intención es domarlo también durante seis años para conseguir con él nuevos logros". Los dos animales viven en el Club de Hípica Farabella, propiedad de su hermana, situado en Maspalomas. Tamara acude hasta allí desde que saca el mínimo de tiempo libre. "Un caballo no es un coche, hay que estar allí domándolo cada día, haciéndolo tuyo", reconoce así cómo son sus largas jornadas junto a estos animales.

Por otro lado, en la vida de Tamara no todo es la equitación. Actualmente trabaja como comercial del grupo turístico Lopesan en el sur grancanario, donde vive junto a su actual pareja. De todas formas, su verdadera profesión está sobre los escenarios. Estudió un año de interpretación en Nueva York y consiguió, posteriormente, varios papeles en series de televisión a nivel español. Por des- gracia, en Canarias tiene aparcada esta faceta, "aquí en las Islas es muy difícil, además, con mi trabajo actual y la hípica no tengo tiempo".

Lo cierto es que si por algo le gusta el Carnaval es por esa oportunidad que le brinda para evadirse de la realidad. "Pienso que es una fecha en la que puedes salir de la rutina, ser otra persona", reconoce así su pasión por esta fiesta. No obstante, le es inevitable recordar el mundo de la interpretación cuando sube a los escenarios. "Esos cinco minutos antes de salir como candidata siento los mismos nervios que cuando iba a salir ante las cámaras".