El colegio público Guiniguada, en el barrio de San Nicolás, podría cerrar sus puertas el próximo curso escolar por falta de alumnado. En la actualidad, 57 de niños de Infantil y Primaria cursa estudios en el centro, construido a mediados de los años 80 del siglo pasado para paliar la falta de plazas escolares públicas en esta zona de la capital. Incluso llegó a haber manifestaciones para su apertura ya que los centros que había en las cercanías eran todos privados.
La consejería de Educación aún no ha tomado la decisión, pero ya ha comunicado a las familias el problema existente y les ha preguntado a qué centros les gustaría llevar a sus hijos en caso de que se optara por la supresión del centro. Los centros alternativos que les ha planteado el inspector a los padres son los CEIP Cervantes, Aragón y Alcalde Ramírez Bethencourt. Así lo confirmó ayer la dirección del centro.
Este periódico intentó ponerse en contacto con la consejería de Educación pero sin éxito.
El centro, que llegó a contar con 400 alumnos cuando se abrió e impartía también Secundaria hasta que ésta fue derivada a los institutos, ha ido perdiendo paulatinamente alumnos por diversas razones. Principalmente, por la caída de la natalidad, el envejecimiento del barrio y el traslado de las familias a otras zonas de la capital.
San Roque
En 2008, el colegio, que contaba con 80 alumnos matriculados tuvo que asumir por sorpresa los aproximadamente 130 escolares del colegio San Roque, que tuvo que ser desalojado por problemas en su estructura.
Finalmente, Educación decidió en 2009 cerrar el CEIP San Roque e integrar a todos los niños en el Guiniguada, pero aún así no ha conseguido mantener el número suficiente de alumnos a lo largo de estos últimos años como para que Educación decida ahora cerrar sus puertas.
Para el próximo año académico está previsto que 35 alumnos continúen en el centro cursando Infantil y Primaria a la espera de que en el mes de abril se abra la matrícula oficial y entren niños nuevos. La perspectiva, sin embargo, no parece muy halagüeña dado que apenas entran pequeños en Educación Infantil, primera etapa educativa de los menores antes de pasar a Primaria.
Este curso, por ejemplo, solo se matriculó un niño de tres años en el colegio en la etapa de Educación Infantil. Se trata del único pequeño en esa edad; de cuatro años no hay ningún menor y de cinco años solo hay cuatro menores.
El colegio, que cuenta con solo tres docentes, aparte de la directora y de un maestro compartido, para atender a los menores, alberga también al equipo educativo del programa Medusa, que tiene como objetivo fomentar las Nuevas Tecnologías en los centros escolares, así como el equipo de Auditivos, que atiende a los escolares sordos que hay en las escuelas del municipio.
El centro también dispone de aulas enclave para atender a niños con necesidades educativas especiales.
No se trata del primer colegio educativo que cierra sus puertas en el municipio en los últimos años por falta de niños o porque sus estructuras no reúnen las condiciones de seguridad necesarias. Entre estos figuran los CEIP Las Coloradas, Néstor Álamo, 24 de Junio, Carlos Navarro Ruiz y los IES José Saramago y Teresa de Jesús.
