Un artefacto casi alienígena hizo acto de aparición en la tarde de ayer por la bocana del Puerto. Se trataba de uno de los diez mayores yates que surcan hoy día los mares gracias a sus 141 metros de eslora. El bautizado como Yas, cuya propiedad se atribuye a un político y jeque árabe, tiene previsto permanecer cinco días en el muelle de Santa Catalina. Sus ocupantes pretenden hacer algo de turismo en ese tiempo mientras los buzos comprueban el casco del barco.
Cualquier información que rodea a esta embarcación de lujo parece sumida en un secreto absoluto. Su entrada a la capital grancanaria fue confirmada apenas unas horas antes de que atracara en el dique destinado para los cruceros. Según fuentes portuarias, la gestión para su atraque no llegó hasta el pasado domingo cuando solicitó permanecer varias jornadas en la Isla. Y lo hicieron para que los buzos de la empresa Reprosub se encargaran de inspeccionar la parte sumergible del buque, que es consignado por Marítima del Mediterráneo (Marmedsa).
Aunque tienen atraque hasta el próximo sábado, día 15, las mismas fuentes recalcaron que no se sabe a ciencia cierta si agotarán todos estos días. En cualquier caso, la tripulación ha solicitado servicios portuarios y extraportuarios. Sólo hacía falta darse una vuelta por el muelle para comprobar que cuatro vehículos de la marca Mercedes, todos ellos de color negro, esperaban en el cantil para satisfacer cualquier petición de los ocupantes, en su mayoría de origen ruso o árabe, que tienen previsto realizar excursiones por la Isla.
El megayate arribó procedente de la ciudad marroquí de Casablanca. Con los sistemas de identificación automática apagados, los denominados AIS (Automatic Identification System), para evitar que se rastree su posición, en el Puerto esperaban su llegada para las cuatro de la tarde. Y fueron estrictamente puntuales. A esa hora apareció la figura del buque diseñado por el estudio parisino Pierrejean Design, que, según diversos medios internacionales, se asemeja a un delfín o a un artilugio llegado del futuro.
La realidad es que la estructura imita a un barco de guerra de los Emiratos Árabes Unidos (UAE), concretamente las fragatas Korteaner que en un principio pertenecían a la armada de los Países Bajos y que después fueron vendidas a los emiratos. No obstante, se utilizaron las estructuras de dos de estos buques para proporcionarles una segunda vida como superyates, cuyos proyectos se denominaron Swift 135 y Swift 141. Este último fue el que se convirtió en el Yas, que fue construido en Dubai y entregado a su propietario en 2015. Sobre su posible dueño, las webs especializadas apuntan al jeque saudí y miembro del gobierno de UAE, Hamdan bin Zayed bin Sultan Al Nahyan. Otra de las incógnitas es su coste, aunque se estima en decenas de millones de euros.
Entre las características destacan las 500 piezas de cristal que cubre gran parte del casco, la helisuperficie que ayer estaba ocupada por un helicóptero, y una piscina descubierta. Tiene capacidad para 60 pasajeros y 56 componentes de la tripulación. El Yas tiene programado abandonar la ciudad el sábado, aunque aún no se ha dado a conocer su destino.
