Las Palmas de Gran Canaria amaneció ayer despejada de nubes y con un sol radiante después del fuerte aguacero que cayó el sábado por sorpresa en la ciudad y que provocó el corte de algunas calles por inundación de agua, desprendimientos de tierra y reventones de alcantarillas. Afortunadamente, no hubo que lamentar daños personales.

Tras la tormenta viene la calma, dice el dicho. Y así fue lo que ocurrió este domingo después del intenso aguacero que se produjo el sábado, al mediodía, y que colapsó algunos puntos concretos de la ciudad.

Numerosas personas se animaron ayer a pasar el día en la playa en Las Canteras pese a que ésta se vio afectada por el impacto del agua, especialmente el que desembocó por el barranco de La Ballena y por el paseo, proveniente de las calles del barrio Guanarteme, cuyas alcantarillas no pudieron tragar con soltura toda la cantidad de agua que cayó en poco más de una hora sobre la ciudad.

El barranco de La Ballena provocó un reguero importante de agua en el tramo de la bahía más cercano al Auditorio Alfredo Kraus, removiendo tierra y rocas de la playa. Los efectos de la fuerza con la que venía el agua sucia por el barranco eran ayer visibles en esa zona, donde había desaparecido parte de la arena.

Por esta razón, los surfistas aconsejaban en la página miplayadelascanteras.com no surfear en la playa este domingo pese al buen estado que presentaba la mar, hasta que el barranco dejara de manar agua sucia y la porquería se disipase. Algunos aficionados, sin embargo, se saltaron el consejo.

El Confital, por su parte, continuaba cerrado al público y al baño después de que la policía local tuviera que desalojar el sábado por la tarde a medio centenar de personas que había en el espacio natural ante los desprendimientos de tierra de la ladera, que afectaron a la carretera de acceso al mismo.

Desde el viernes, la playa se encuentra cerrada al baño por la detección de la bacteria enterococos. La concejalía de Ciudad del Mar volverá hoy a analizar muestras del agua para ver si levanta o no la prohibición de baño. También analizará la situación del terreno para garantizar la seguridad de los bañistas y corredores que a diario transitan por el lugar.

Buen tiempo

El buen tiempo fue la tónica dominante de la jornada. En la ciudad, se rondaron los 22 grados centígrados. Una temperatura muy agradable que fue superada, sin embargo, en otros municipios de la Isla. En La Aldea de San Nicolás se registraron 27,6 ºC; en Maspalomas 26 ºC ; y en Tasarte (25,8 ºC), según datos de la Agencia Española de Meteorología (Aemet).

Durante toda mañana del domingo, la cuadrilla de operarios de Limpieza que dispuso el Ayuntamiento para adecentar las calles que se habían llenado de lodo, piedras y basuras por el efecto de las precipitaciones continuaba trabajando.

El operativo de limpieza comenzó en la misma tarde del sábado, justo cuando cesó la lluvia. Unas veinte personas, entre peones y conductores de camiones, trabajaron en este dispositivo especial.

Para acondicionar algunas calles de la ciudad hubo que utilizar un tractor para eliminar la tierra y el lodo que cayeron de laderas y jardines sobre el asfalto, aceras y paseos.

Las Palmas de Gran Canaria se encontraba en situación de alerta por fenómenos adversos el sábado, pero la lluvia sorprendió a muchos transeúntes, conductores y bañistas, más pendientes del encuentro de fútbol entre la Unión Deportiva y el Atlético de Madrid que de las predicciones meteorológicas de la jornada.

En apenas una hora, tiempo que duró el fuerte chaparrón, la ciudad se convirtió en un caos, que impedía circular a los conductores con normalidad por algunas vías.

Eso fue lo que ocurrió en el paseo del Chil, donde los conductores condujeron en algunos tramos por la propia acera para evitar que los charcos de agua llegaran a los bajos de los vehículos y hacer aquaplaning. El paseo también se vio afectado por lodo y piedras.

Otra de las zonas impracticables fue la urbanización Reina Mercedes y Guanarteme, cuyas calles parecían ríos descendiendo hacia Las Canteras.

La lluvia también afectó a algunos semáforos de la ciudad, que se vieron fuera de servicio durante horas hasta que pudieron ser arreglados por los técnicos. Y a las alcantarillas de algunas calles, que se vieron reventadas por tanta agua.

El chaparrón provocó incluso algunos socavones en el arcén como en Mesa y López esquina con plaza de América y Cronista Benítez Inglott, originando más caos entre los conductores que circulaban por esos puntos de la ciudad a esa hora.

Del fuerte chaparrón tampoco se olvidaran los 600 soldados que el sábado se marchaban al Líbano en misión de paz de Naciones Unidas. Ni autoridades civiles y militares, ni familiares que fueron a despedirlos a la base general Alemán Ramírez, en La Isleta.

La lluvia empapó a todos por igual, aunque fueron los militares los que más estoicamente aguantaron el aguacero. Los militares tuvieron que incluso que tirar de mantas térmicas para que personas mayores y niños, que habían acudido al acto, entraran en calor.

Tras la precipitación, la tarde se quedó serena, aunque los servicios de limpieza y de seguridad de la ciudad continuaron trabajando hasta bien tarde para despejar las vías en previsión de que se produjera algún aguacero más.

Previsiones

Para los próximos días, la Agencia cia Española de Meteorología, prevé para Canarias una situación de alisios. En el norte de las islas de mayor relieve habrá cielo nuboso con algunos chubascos débiles y las temperaturas bajaran. Ayer mismo ya comenzó a notarse el frío por la noche pese a la buena temperatura que reinó durante toda la jornada.