La compañía Silversea Expedition ha escogido Astican para la remodelación íntegra del interior de su crucero de lujo Silver Explorer, que desde finales de la semana pasada se encuentra varado en estos astilleros del recinto portuario. Esta reforma, que se alargará durante 18 días, ha movilizado a más de 500 trabajadores en el Puerto de La Luz, lo que supone un importante impulso para el sector de las reparaciones navales que durante los últimos años ha sufrido una caída en la facturación por la falta de contratos con los buques relacionados con la extracción de petróleo por la caída del precio del crudo. Y es que además es la primera vez en la historia que este sector en la capital se enfrenta a un proyecto de esta envergadura y en tan poco tiempo.
Los trabajos, que tendrán que estar finalizados antes del 20 de mayo, afectarán a todas las habitaciones de este barco, destinado a viajes por las regiones más remotas del planeta, como el Ártico, las islas Galápagos o la Antártida, y a precios prohibitivos para la gran mayoría de los mortales, que rondan entre los 9.000 y los 20.000 euros por persona.
Así, la renovación, que incrementará la capacidad del navío de 132 a 144 pasajeros, está dividida en dos partes. Por un lado, Astican se encarga de realizar la varada reglamentaria, mientras que contratas especializadas del sector de cruceros están adecuando el interior a la nueva imagen que quiere implantar la compañía.
Las mejoras afectarán a todos los espacios públicos, que pasarán a tener una combinación de tonos azules y beis. Para ello, se instalarán nuevas alfombras y las paredes de los pasillos y las escaleras también mutarán a estos colores, según informó la compañía en un comunicado. Otros rincones como el denominado Panorama Lounge, un salón en el que los pasajeros se relajan escuchando música procedente de un piano, o el Connoisseur's Corner, que ofrece una colección de coñacs y puros, contarán con muebles nuevos. Por su parte, el bar del teatro será completamente renovado y sus asientos tendrán un nuevo tapizado. El gimnasio y el spa también sufrirán un lavado de cara, duplicando su espacio que ganan de otras galerías.
En lo que se refiere a los camarotes de los pasajeros, contarán con un mobiliario totalmente renovado en el que se incluyen el cambio de alfombras, cortinas, colchones, cabeceros, armarios, mesitas de noches, mesas de tocador, sofás camas y los sillones, según informó Silversea Expedition en la nota. Los baños, asimismo, serán reforzados con nuevos pisos y además se sustituirán las bañeras por platos de duchas. Aquellas suites con terrazas tendrán un nuevo porche.
El Silver Explorer, que es consignado en la capital grancanaria por Miller y Cía., fue construido en 1989 y tuvo su última renovación en 2008. Los trabajos ocupan, según fuentes portuarias, a más de medio millar de personas, algunas de ellas especialistas llegados desde el extranjero y que han contratado decenas de habitaciones en hoteles de la capital. En la renovación se están utilizando dos grandes grúas y la mayoría de los materiales han llegado en contenedores, como destacaron estas mismas fuentes. La compañía prevé tener listo el crucero el próximo 20 de mayo para iniciar su periplo entre Lisboa y Le Havre, al norte de Francia. El corto espacio de tiempo -18 días- y el pequeño tamaño del buque -104 metros de eslora- convierten al proyecto en un reto para las empresas implicadas ya que complican la coordinación de los ciento de trabajadores.
Esta remodelación entra dentro de la estrategia de Silversea Expedition, la línea líder en cruceros de ultra-lujo, que se encuentra inmerso desde el año pasado en el mayor plan de renovación en la historia de toda su flota para el que destina 170 millones de dólares -155 millones de euros-. Esta inversión no tiene solo como objetivo el mantenimiento auto exigido por Silversea sino también reafirmar el compromiso de la compañía con sus clientes de mantener la elegancia intemporal junto con excepcionales niveles de comodidad, como reseñó la empresa en un comunicado de prensa.
