Desde hace ya casi más de un año venimos leyendo proyectos y planes en marcha para el barrio. Ahora dicen que se está redactando un plan de regeneración para los riscos. ¿Se sabe algo de ese proyecto y lo que se ha propuesto? ¿Se sabe algo del plan que están redactando?

El área de urbanismo del Ayuntamiento presentó en 2016, con el apoyo de varias entidades, un proyecto a Europa para financiar diversas actuaciones en el barrio, con un enfoque de rehabilitación patrimonial y actividades socioeconómicas, pero según nos enteramos por prensa no prosperó la propuesta presentada. En la mesa redonda que celebramos dentro del programa RisqueAndo, Javier Doreste, Concejal de Urbanismo, anunció que se venía trabajando en un proyecto de rehabilitación, pero no lo conocemos, y por supuesto esperamos que recoja las propuestas e inquietudes que el barrio viene demandando.

¿Por qué no se ha demandado el abandono de la zona colindante de la Ermita de San Nicolás y no se sanciona los coches aparcados en su entrada que impide la movilidad que tenemos los discapacitados?

Las cercanías de la ermita viene a constituir el pequeño centro histórico del barrio, y por supuesto es una de las cuestiones que se viene planteando, la rehabilitación y puesta en valor del patrimonio histórico, entre ello algunas edificaciones de interés arquitectónico. Los coches que se aparcan delante efectivamente dificultan la movilidad para los discapacitados, y además suponen la desvalorización del propio entorno, fastidiando la visión y la foto de la singular ermita y su histórico árbol, un ficus centenario digno de la mayor protección.

El Risco figura entre los barrios que ha detectado el Observatorio de Vulnerabilidad del Ministerio de Fomento, ¿cuáles son las razones? ¿Qué tendrían que hacer desde las administraciones para mejorar la situación de los vecinos y del barrio?

El concepto de vulnerabilidad tiene indicadores vinculados a la calidad de vida de los habitantes de un lugar, la accesibilidad, condiciones de habitabilidad y calidad ambiental entre otros indicadores. Barrios populares como el nuestro incrementan su vulnerabilidad en la misma proporción que no reciben la atención que merecen por parte de las administraciones públicas. Y por eso nos movilizamos en demanda de los servicios y atenciones que merecemos.

¿El Ayuntamiento debería promover el conocimiento de la realidad cultural del barrio? He oído que aumentan los índices de analfabetismo en los barrios de la ciudad de Las Palmas.

Bueno, es una pregunta compleja. Normalmente funcionamos con estereotipos o prejuicios que nos ofrecen una imagen distorsionada de la realidad. Para eso también han servido las jornadas de RisqueAndo, para que la gente de la ciudad se acerque a conocer de verdad el barrio y cambie esa idea tan negativa del mismo. Quizás deba ser tarea también del Ayuntamiento, pero de lo que estoy seguro es de que ya el propio barrio lo hace, como así demostró cuando la candidatura a capital europea de 2016. A pesar de que hasta con el urbanismo se ha intentado ocultar el barrio, El Risco cuenta con una población orgullosa de su pasado que mira sin complejos al resto de la ciudad y se reivindica como un área viva llena de oportunidades. Desconozco esos datos que hablan del aumento de analfabetismo en los barrios, aunque en tiempos de crisis económica los sectores más vulnerables son los más afectados por los recortes en servicios como la educación y la sanidad. Y si encima cierran los colegios de los barrios pues la resultante es esa.

¿Por qué no se embellece ese risco con una gran arboleda, la capital se vería espectacular?

A Las Palmas de Gran Canaria le faltan parques y jardines, una de sus grandes asignaturas pendientes. Comparto la idea, por supuesto, que las colinas o riscos de la ciudad, deberían contar con zonas verdes, árboles y arboledas. En ese sentido hemos lanzado varias propuestas relacionadas con los riscos de San Nicolás, San Bernardo y San Lázaro, crear una red de plazas y pequeños parques en muchos de los solares abandonados, así como un gran parque en la antigua finca agrícola que linda con el barrio por encima del Colegio Guiniguada, junto a El Pambaso. Además serviría de transición entre el área urbana y el gran pulmón verde que debe constituir el barranco de Guiniguada.

Un importante problema en el barrio es el de la accesibilidad, dado lo intrincado de sus callejones y supongo que hacia la población de gente mayor se pueden generar auténticos problemas, ¿saben si desde la administración se está trabajando en ello?

La accesibilidad y la movilidad son problemas fundamentales que hay que resolver en el barrio, por lo que supone para la gente mayor por supuesto, pero también para resolver los problemas asociados a los servicios públicos y suministros de la población en general, recogida de basuras, acceso de bomberos, ambulancias, etc. Es un asunto que hemos puesto sobre la mesa y que no se resuelve con una escalera mecánica sin contrato de mantenimiento, como la instalada entre 1 de mayo y Domingo Guerra del Río. Desde el Ayuntamiento, hemos oído comentarios respecto a la instalación de un ascensor, pero desde nuestra plataforma creemos que son necesarias diversas actuaciones relacionadas que además de resolver los problemas de movilidad interna favorezcan la movilidad entre la ciudad baja, Triana-Vegueta y la ciudad alta.

¿Qué plantean para buscar una salida a la situa- ción de las infraviviendas que todavía quedan en la parte alta del barrio?

Nosotros, en primer lugar, planteamos que ninguna solución urbanística al barrio debe pasar por expulsar a su población. Por ello queremos que se aborde el planeamiento urbanístico desde la integración y acogimiento de las y los vecinos del barrio. Una adecuada ordenación urbanística, con participación vecinal real, permitiría la rehabilitación de muchas construcciones y además la reposición en el propio barrio de nuevas viviendas. Nos hemos posicionado en contra de la construcción de viviendas de protección oficial junto al antiguo Hospital militar, ya que no es un lugar adecuado y también en contra de las tres unidades de actuación que contempla el caduco PERI del barrio, ya que supondrían una puerta a la especulación. Por eso hablamos de un urbanismo participativo y popular que fije con criterios de calidad a la población de El Risco e incluso permita la llegada de nuevos vecinos.

¿Qué tal reciben sus peticiones en el Ayuntamiento? ¿¿Hay cambio respecto a la legislatura anterior en cuanto a atender las demandas vecinales, para mejor o para peor?

Aunque algunos hemos estado en el pasado en asociaciones vecinales, como la desaparecida Unión de El Risco, ahora mismo estamos trabajando a nivel de Plataforma abierta a vecinos, amigas y amigos que sientan El Risco. Bajo esa óptica organizamos RisqueAndo, un programa de rutas, charlas, exposiciones y debates que nos permitieran intercambiar opiniones, experiencias y reflexiones respecto a la situación y futuro del barrio. Las realizamos del 11 al 28 de marzo y lo que encontramos fue una enorme respuesta, una increíble participación y un cariño extraordinario que sentimos por parte de la población, tanto la del propio barrio como del resto de la ciudad. Y del Ayuntamiento, de la corporación actual, recibimos todo el apoyo que solicitamos, especialmente de la Concejalía de Barrios y Participación ciudadana, así como del Distrito Centro. Desde el Área de Urbanismo se colaboró también activamente y esperamos de su concejal concretar en breve encuentros de cara a compromisos concretos. El decálogo que hemos divulgado viene a constituir una hoja de rutas a seguir con fechas y actuaciones reales hasta lograr cambiar la inercia del despropósito en el que hemos estado mucho tiempo.

Me gustaría saber cual es la razón de que se hayan opuesto en San Nicolás al proyecto de construcción de la carretera que uniría, a través de un túnel, la zona de las Rehoyas con el Pambaso.

Nos hemos opuesto por motivos ambientales, básicamente porque no queremos que irrumpa en el tramo bajo del barranco Guiniguada una enorme carretera que destrozaría las enormes posibilidades que tiene este espacio para nuestros barrios y la propia ciudad. Abogamos por recuperar el proyecto Guiniguada del recordado arquitecto y urbanista José Miguel Alonso Fernández Aceytuno, visionario de una ecociudad amable y participativa. Para nuestra alegría y espero que para la mayoría de la ciudadanía, el Concejal Javier Doreste, en la mesa redonda que celebramos el 28 de marzo con RisqueAndo, comentó que dicho proyecto se ha desechado por su fuerte impacto ambiental y por la apuesta que hace la ciudad por otro modelo de movilidad basado en el transporte público, la bicicleta y espacios para los peatones.