Justo cuando el árbitro pitó el final del partido de fútbol que ayer enfrentaba a la Unión Deportiva Las Palmas y al Fútbol Club Barcelona en el estadio de Gran Canaria, una gran columna de humo se levantó a pocos metros de allí sobre el polígono industrial de Las Torres. Un incendio calcinó gran parte de la antigua planta distribuidora de Danone en la calle Ayagaures, que desde hace más de tres años se encuentra inoperativa. La primera hipótesis es que el fuego se inició en uno de los frigoríficos, que está revestido con poliuretano y generó una enorme humareda visible en parte de la capital grancanaria. Los bomberos lograron controlar en una hora las llamas, que fueron dadas por extinguidas poco antes de la medianoche de ayer.

El aviso se dio sobre las nueve de la noche cuando el vigilante de la zona industrial alertó de que se había iniciado un incendio. Los primeros en personarse en el lugar fueron los miembros de Protección Civil de Las Palmas de Gran Canaria que se encontraban, junto con un camión para primeros servicios, en el encuentro de fútbol. Estos iniciaron las tareas de extinción hasta la llegada de tres unidades de bomberos del parque de Miller Bajo, compuestas por siete agentes, dos cabos y un sargento, que atacaron las llamas desde la fachada más próxima a la carretera que antiguamente era la vía principal para conectar Tamaraceite con el Puerto. Asimismo, varias patrullas de la Policía Local y de la Policía Nacional acudieron para cortar el tráfico en las vías contiguas y asegurar el perímetro.

Entre los vehículos presentes se encontraba el denominado camión nodriza, que cuenta con un cañón que expulsa 6.000 litros de agua por minuto. Este mecanismo permitió apagar el fuego, que se había extendido por el techo y estaba afectando a la fachada del edificio cercano. Los bomberos, que también impregnaron la nave con espuma, accedieron al interior para comprobar el estado de las dependencias y descartar que alguna persona estuviera en el interior.

José Antonio Nóbregas, nuevo suboficial del cuerpo de bomberos desde el pasado jueves tras las destitución de Tomás Duque, y la directora general de Seguridad y Emergencias municipal, Eulalia Guerra, se trasladaron para seguir in situ el operativo. Nóbregas apuntó que uno de los problemas a los que se enfrentaban era el revestimiento de las cámaras frigoríficas con poliuretano, que generaba combustión gaseosa y que emitía mucho humo tóxico. En todo caso, el suboficial recalcó que no existía peligro para la ciudadanía porque el almacén estaba situado lejos de los núcleos poblacionales.

Una de las propietarias del inmueble, Nieves García, se acercó hasta la calle para comprobar el estado en que había quedado el edificio. García apuntó que en 2013 se paró la actividad en las instalaciones, que alberga varias cámaras de frío para la conservación de los productos lácteos, y una oficina, que no resultó afectada. En su opinión, el fuego pudo estar provocado ya que lo asociaba a los actos vandálicos que han saqueado gran parte del mobiliario.