Los niveles de bacteria Escherichia coli, de origen fecal, superaron en la playa de Las Alcaravaneras hasta 17 veces el nivel máximo que puede soportar la salud humana. La normativa fija en 500 ufc (Unidad Formadora de Colonia) por cada 100 mililitros el límite apto de esta bacteria para el ser humano. A las nueve de la mañana del pasado lunes, 28 de agosto, el Ayuntamiento realizó sus estudios rutinarios en la playa, los resultados arrojaron datos entre los 92 y 3 ufc en las distintas partes de la playa. Una hora después, el Gobierno de Canarias realizó sus propios estudios, que arrojaron niveles entre los 8500 y los 3000 ufc.

Los mayores niveles de contaminación bacteriana se detectaron en las zonas norte y centro de la playa capitalina. Los resultados, que llegaron ayer miércoles, obligaron a prohibir el baño en la zona por precaución, para evitar problemas en la salud. Los nuevos análisis del agua, que se realizaron en la mañana de ayer, saldrán a la luz a lo largo del día de mañana viernes. Estos determinarán si puede retirarse la bandera roja.

Desde la tarde de ayer, tanto Emalsa como la Autoridad Portuaria de Las Palmas empezaron a realizar las pesquisas pertinentes. Los trabajadores de la empresa de saneamiento se encuentran limpiando la red de alcantarillado del paseo de la playa. "Trabajamos con la hipótesis de una posible pérdida de la red de saneamiento, hasta el momento no se ha encontrado nada", señaló José Eduardo Ramírez, concejal de playas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria.

"Todo parece indicar que lo que ocurrió fue algo que vino desde el mar, probablemente fue un barco que pasaba y limpió sus baños cerca de la playa y llegó justo a esa hora", indicó Ramírez. "Estamos hablando con la Autoridad Portuaria para que hagan las investigaciones oportunas y ojalá podamos dar con el culpable y sancionarle", continuó.

Por otro lado, el concejal de Ciudad de Mar aclaró que la mancha de microalgas que apareció en la playa de Las Canteras en la tarde de ayer en la zona del Muro Marrero, cerca de Playa Chica, se disipó en poco más de dos horas con la ayuda de la pleamar. No obstante, miembros de la concejalía se encuentran peinando la playa en busca de nuevas manchas de cianobacterias que puedan causar nuevas restricciones al baño en la zona de baño más importante de la capital grancanaria.