Tres de las principales instituciones es de Gran Canaria -su Cabildo, el Ayuntamiento capitalino y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria- reivindicaron ayer de forma conjunta la recuperación del La Isleta, hoy ocupada por los militares, para uso ciudadano. Lo hicieron durante la presentación de la I Jornada sobre el Paisaje Protegido de La Isleta, organizado por el Club Deportivo Confite y la propia corporación insular, que es el órgano competente en conservación y planificación del espacio natural. Su consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, fue muy claro al respecto: "Sorprende que no hayamos avanzado nada desde hace un siglo, cuando los militares ocuparon La Isleta. Creemos que es de justicia que la ciudadanía pueda disfrutar de este enclave. Y nos corresponde a las instituciones, al Cabildo y al propio Ejército, ponerlo a disposición de los ciudadanos".

El consejero del área reconoció que él, como la mayoría de habitantes de la ciudad y la Isla, no conoce aún La Isleta y añadió: "Esperaré a conocerla cuando el Ejército vuelve a abrirla a uso ciudadano", pese a que su condición de representante institucional le permitiría solicitar un acceso singularizado. Miguel Ángel Rodríguez hacía así referencia a la decisión del Ejército de cerrar el pasado mes de mayo el acceso de los residentes al paisaje protegido, que se venía realizando a través de excursiones restringidas y guiadas desde hace años, previa autorización de las autoridades militares.

Reunión

El consejero insular de Medio Ambiente dio a conocer una reunión mantenida hace unos meses entre el Ejército y el Cabildo para acercar posturas respecto a una decisión que ha provocado malestar en los instituciones canarias y diversos colectivos sociales vinculados o sensibilizados con el paraje protegido.

Por parte del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria intervino el concejal del Distrito y defensor de "recuperación total de La Isleta", Sergio Millares. Secundó las palabras del consejero y del propio organizador de las jornadas, José Manuel Rodríguez, en el sentido de que son conscientes de que "se debe avanzar en la reivindicación de La Isleta para uso ciudadano, así como que el primer paso para lograrlo es potenciar su conocimiento por parte de la ciudadanía". Millares Cantero añadió que "también somos conscientes de que no podemos pedir la luna, que este es un proceso complejo que requerirá tiempo, pero que hay que ir caminando para lograr". Y apuntó "la recuperación del Regimiento Canarias 50 como un avance más" en ese proceso.

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria estuvo representada por su máximo responsable, el rector. Rafael Robaina comenzó sosteniendo que "el papel social que le corresponde jugar a la Universidad tiene que consolidarse" y destacó la presencia de diversos profesores e investigadores en las jornadas, así como su implicación en el propio Museo Elder donde se celebraron. Con esa convicción respecto a la instituciones, y también en calidad de "isletero", defendió como sus predecesores la necesidad de impulsar un mayor conocimiento del enclave por parte de la sociedad. "Sería magnifico recuperar La Isleta", añadió y mostró su convencimiento de que "los militares se van a entender con el Cabildo, buscando un equilibrio entre las necesidades de Defensa y el uso ciudadano del espacio".

Negociaciones con el Ejército

Las negociaciones a las que se refirió el rector están a la espera de que el propio Ejército responda a la propuesta planteada por el Cabildo de Gran Canaria de reabrir el espacio con dos visitas guiadas a la semana, con posibilidades de ampliar la frecuencia en los meses de verano, cuando la actividad militar es menor: "Nosotros correríamos a cargo de organizar esas visitas y asumiríamos los costes de seguridad. Es una propuesta ambiciosa y esperamos que las autoridades portuarias la acepten, porque abrir el acceso es una aspiración de esta sociedad", explicó Miguel Ángel Rodríguez.

Mientras esto se concreta, Sergio Millares solicitó al Cabildo que incorpore a esas negociaciones la posibilidad de "suprimir la valla que prohibe el paso por El Confital y que, de hecho, mucha gente traspasa". Traspasar la valla es precisamente el nombre dado a una exposición, organizada por la también profesora de la ULPGC Sonia Mauricio y que permanece abierta en el Centro Cultural Pepe Dámaso, y que reivindica a través de la obra de cinco autores el uso social de La Isleta. Un espacio que, según confesaron unos y otros, a nadie deja indiferente.

Al consejero de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria le "emociona a medida que lo va descubriendo", en gran medida gracias a la perseverancia de Confite por darlo a conocer. El concejal Sergio Millares sueña "con verlo abierto a la ciudadanía y libre de especulación", aunque "no sé si llegaré a verlo". Y al rector Rafael Robaina le parece que "proyectaría a la ciudad con una de las mejores costas del mundo, aunque aquí no nos lo terminemos de creer".