"¿Qué hubiera ocurrido si Drake, curtido en mil batallas, hubiera desembarcado en Las Palmas? " se preguntaba ayer el coronel de Artillería del Regimiento Antiaéreo 94, Jesús Peñas Preckler, durante su discurso homenaje a los soldados que en 1595 defendieron la ciudad ante el ataque inglés. El alcaide honorario del castillo de La Luz señalaba ante más de un centenar de personas que siguieron el acto, que se enmarca dentro de las fiestas de La Naval que se celebran estos días en el barrio de La Isleta, que seguramente la potencia inglesa "hubiera conservado la Isla por su privilegiada situación estratégica y sus riquezas". Afortunadamente, nada de eso ocurrió gracias a la gesta heroica de un grupo de artilleros que entonces defendían la fortaleza de Juan Rejón -hoy castillo de La Luz- "que cambió el rumbo de la historia de la ciudad" y creó una estrecha alianza entre Las Palmas de Gran Canaria y su artillería, creada en 1590 como una compañía de milicias para el servicio de castillos y fortalezas, después de que en 1551 se hubieran constituido las primeras milicias organizadas.

"Los cañones se han convertido ahora en antiaéreos y modernos misiles", añadió el coronel, que cumplirá ahora dos años al frente de dicha unidad. Peñas Preckler indicó que la unidad lucha ahora, igual que entonces, por la paz y la defensa de Gran Canaria. "Siguen aquí los cañones, adaptados a los tiempos, parte del pasado pero ligados al presente y deseando ser parte del futuro", puntualizó el militar.

El acto, que estuvo presidido por el alcalde de la ciudad Augusto Hidalgo, contó también con los representantes de la comisión de fiestas de La Naval, así como por el concejal del distrito Isleta-Guanarteme, Sergio Millares, y la concejala del PP en el Ayuntamiento, Carmen Guerra; entre otras personalidades civiles y militares que asistieron a la conmemoración de la batalla de La Naval.

En el homenaje participó una Batería de honores del Regimiento de Artillería Antiaérea 94, con una sección de artilleros vestidos con uniformes de época, así como la Banda de Música del Regimiento de Infantería Canarias 50. Durante la conmemoración de la hazaña bélica de 1595, se alzó el pendón del castillo de La Luz y se homenajeó también a los caídos en la batalla. En especial al capitán Serpa, el cabo Negrete y a artilleros como Bavón o Martín, protagonistas de aquella batalla contra los ingleses.

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, también recordó, por su parte, el valor de aquellos soldados que hace 425 años supieron defender "con valentía y con bravura" nuestra ciudad. "Estamos orgullosos cuatro siglos después de lo que se consiguió en aquella batalla, que debemos enmarcarla en la guerra angloespañola que se vivió entre 1585 y 1604. Civiles y militares, sin apenas experiencia, lograron gracias a su tesón y colaboración mutua impedir un ataque que hubiera tenido consecuencias nefastas".

Ese empuje de entonces, añadió el alcalde en su discurso, es lo que ha hecho hoy que Las Palmas de Gran Canaria sea una ciudad "luchadora, que afronta sin miedos los retos que tiene por delante. Y que si actúa unida, como ha demostrado la historia tiene mucho que ganar".

La conmemoración de la batalla de La Naval se celebró también durante el día con una exposición sobre el material bélico y logístico que utiliza actualmente el Regimiento de Artillería antiaérea número 94. La unidad desplegó en los jardines del castillo de La Luz varios tipos de radares con los que detectar al enemigo en la distancia, así como los cañones utilizados para disparar misiles o metralla en función de si las aeronaves enemigas están a media, baja o muy baja altura.

Los ciudadanos pudieron conocer cómo es una dirección de tiro Skydor, cuya misión es detectar, identificar y seguir blancos aéreos a baja y muy baja altura a través de un radar de exploración y otro de seguimiento, así como el cañón AA 35/90 al que está asociado. Dicho cañón, que puede actuar bajo esta dirección de tiro como de forma autónoma utilizando su propio sistema de puntería, puede disparar a 4.000 metros de distancia. También el sistema NASAMS, que es el cañón de misiles de mayor alcance que utiliza la unidad ya que dispara en el blanco pese a que el enemigo esté a 20 kilómetros de distancia y a 8 kilómetros de altura.