El Tetis es un mar tan prehistórico que ya no existe, pero el barco Ramform Tethys, que ha heredado su nombre, es todo lo contrario: el buque, considerado el más ancho del mundo con sus 70 metros de manga, es un prodigio de la tecnología que acaba de recalar por primera vez en el Puerto de La Luz para una breve escala técnica en la que ha llenado sus tanques de combustible y se ha sometido a unos pequeños trabajos de mantenimiento. Pocos, puesto que este titán de los mares (esa deidad mitológica griega, Titán, es precisamente la que da nombre a la clase a la que pertenece el barco) solo surca los océanos desde el año pasado y no tendrá que ser sometido a su primera revisión a fondo en dique seco hasta dentro de seis.
El Ramform Tethys fue construido en los astilleros japoneses de Mitsubishi Heavy Industries, en Nagasaki, por encargo de la compañía noruega Petroleum Geo-Services (PGS), especializada en la elaboración de análisis sismográficos con los que las empresas de hidrocarburos pueden buscar reservas de gas y petróleo bajo el lecho marino antes de iniciar su extracción. Su botadura tuvo lugar en marzo de 2016. Ponerlo en marcha supuso una inversión de 285 millones de dólares estadounidenses (unos 242 millones de euros al cambio actual) y aunque sus propietarios reconocen que cubrir los costes de construcción será un poco más complicado que con sus predecesores por las circunstancias en las que se encuentra la industria del petróleo, con precios bajos, "este barco cuenta con un arsenal de ventajas para un mercado competitivo".
El ingenio llegó a Gran Canaria el pasado sábado procedente de Canadá, donde ha realizado sondeos en busca de hidrocarburos en la costa de Terranova, especialmente activa durante este 2017. Consignado en el Puerto de La Luz por Canarship, el barco ha sido sometido a algunos ajustes en los talleres de Hidramar en el muelle Reina Sofía y ha llenado sus depósitos de 5.700 metros cúbicos con fuel suficiente para emprender su ruta hacia Brasil (las especificaciones de la nave indican que puede permanecer hasta 120 días sin repostar). Allí continuará realizando sondeos sismográficos en la zona cercana a Fortaleza, en el estado septentrional de Ceará.
El diseño del Ramform Tethys está pensado para aprovechar al máximo sus capacidades operativas. En los 70 metros de manga que tiene en la popa dispone de 16 sistemas de sensores que una vez desplegados en el mar pueden sondear de manera simultánea un área de 12 kilómetros cuadrados. A ellos se unen otros ocho sistemas ubicados a cada costado del barco.
Muchas naves sismográficas (hasta 28, según los datos ofrecidos por PGS) han sido enviadas al desguace desde 2013 forzadas por los requerimientos de la industria, deseosa por hallar una curva de costes más efectiva. "No es posible comprar buen champán a precio de refresco", reconocen los propietarios del Ramform Tethys, que cuando incorporaron el buque a su flota aseguraron aspirar con él a "establecer el estándar para los próximos 25 años" al mejorar el baremo de rentabilidad.
La solución de la industria está pasando por fomentar la mayor duración de las investigaciones submarinas, algo que, de acuerdo con PGS, hace necesario aumentar el número de equipos de sondeo a bordo y que estos sean cada vez más potentes. "Las nuevas configuraciones no van a requerir menos, sino más equipamiento tanto a bordo como dentro del agua" y en este contexto es donde los barcos como el Ramform Tethys marcan la diferencia con respecto a las naves con casco de diseño tradicional, que deben observar con mayor atención aspectos delicados como el balance y el lastre. "La clase Titán no tiene estos problemas de estabilidad, por lo que puede incorporar equipamiento extra".
Antes de que el Ramform Tethys recalara en La Luz ya lo habían hecho sus hermanos pequeños, los Ramform Titan y Ramform Atlas, construidos en 2013 y 2014. Cuentan con dimensiones idénticas a las del Tethys, aunque su potencia es menor, ya que no disponen de los 1.680 megavatios que posee este en sus dos salas de máquinas. El domingo está previsto que visite Gran Canaria uno de ellos, aunque aún queda por venir el último en salir del astillero, el Ramform Hyperion, botado en marzo de este año.
