Los hermanos Domínguez Santana, los empresarios del centro comercial Alisios y Las Arenas -José Abraham, Andrés y Obdulia- , tienen desde ayer una calle a su nombre en el distrito de Tamaraceite-San Lorenzo- Tenoya. La vía, de doble dirección, es la prolongación de la GC-308, la antigua carretera a San Lorenzo desde Tamaraceite que va paralela a la gran superficie Alisios, que acaba de abrir sus puertas hace unos días.

La denominación fue aprobada el pasado mes de septiembre por la Comisión de Pleno de Organización, Funcionamiento y Régimen General en agradecimiento a la labor empresarial que han realizado los hermanos en la capital y en la Isla a lo largo de más de cuarenta años de trabajo.

El reconocimiento público se suma al del título de Hijos Predilectos de la ciudad (2015) y a la distinción con el Roque Nublo del Cabildo grancanario (2010); entre otros galardones que han recibido a lo largo de su trayectoria empresarial desde que sus padres abrieran una pequeña tienda en el barrio de Schamann.

"Es lo mínimo que el municipio podría hacer por unos empresarios que han creado negocios y trabajo en la ciudad", dijo ayer el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, que descubrió la placa junto a los hermanos en una de las salidas del centro comercial Alisios, a la altura de Conforama. Hidalgo resaltó su capacidad no solo de crear empleo, sino de "no quedarse obsoleto" en el mundo de los negocios.

Los hermanos estuvieron acompañados en el acto por la concejala del distrito, Mercedes Sanz; los concejales del PP en el Ayuntamiento, Juan José Cardona, Carmen Guerra e Ignacio Guerra; el consejero delegado de Aja Inversiones, Javier Puga, con quien trabajan los hermanos desde hace años, así como familiares, amigos y trabajadores del grupo.

Abraham fue el encargado de agradecer en nombre de los hermanos el reconocimiento público que les hacía el Ayuntamiento. "Es un día muy especial", señaló antes de repasar de manera exprés la trayectoria empresarial de esta familia, todo un referente en Canarias ya que los hermanos comenzaron su ascenso en el mundo de los negocios desde abajo, trabajando en la tienda de alimentación familiar.

La historia de los hermanos Domínguez Santana está ligada a Teror y a Santa Brígida, de donde eran naturales sus padres Abraham y Esperanza, y, por supuesto, a Schamann, donde recaló el matrimonio en 1949. Una pequeña tienda de aceite y vinagre en la calle Pío Coronado de este humilde barrio de la capital fue el origen del grupo empresarial que hoy es uno de los grandes emporios de Canarias al contar con los supermercados Hiperdino y dos de los principales centros comerciales que hay en la Isla además de otras empresas ligadas a los sectores del Turismo e inmobiliario. El próximo año, abrirán un hotel en playa Blanca (Lanzarote).

José Abraham y Andrés pronto se tuvieron que hacer cargo del negocio familiar -Obdulia era aún pequeña- tras el fallecimiento del padre en la década de los 70. Con apenas 23 y 18 años, respectivamente, los hermanos lograron sacar el negocio adelante con ayuda de su madre y reconvertirlo en un supermercado moderno.

"Comenzamos a trabajar por obligación; con jornadas de 16 y 17 horas para ganarnos la vida. Luego el trabajo se convirtió en un hábito del que hemos disfrutamos y que ha dado lugar a crear nuevos proyectos", recordaba ayer a los presentes con cierto nerviosismo el hermano mayor.

Negocio diversificado

El negocio de alimentación, en el que no se fiaba, consiguió prosperar en manos de la segunda generación por los precios bajos y la calidad del servicio a fuerza de levantarse temprano para comprar los mejores productos y de echarle horas al negocio. Una prosperidad que lograron también con el apoyo de los cónyuges respectivos.

En 1985, la familia abrió el primer Hiperdino en el barrio de Miller Bajo con más de 3.000 metros cuadrados. Posteriormente, vendrían otros dos locales más bajo la marca Dinosol.

En esa época los hermanos se toparon con el economista Javier Puga con el que han conseguido desde entonces formar un tándem perfecto para invertir en nuevos proyectos. De esa unión surgió el centro comercial Las Arenas, una de las grandes superficies más visitadas de la Isla, inaugurado en 1993 pese a las dificultades para encontrar financiación y el alto precio de los intereses. Y el resto de los proyectos que han emprendido hasta ahora.

En 1996, el grupo Hermanos Domínguez se deshizo de la cadena de supermercados Hiperdino y se lanzó a la aventura de salvar a la UD Las Palmas junto a otros empresarios canarios, aunque nunca ostentaron ninguna función directiva o ejecutiva en la sociedad. Cuando el equipo llegó a Primera, decidieron abandonar su cargo de consejeros y dedicarse plenamente a los negocios.

En 2011, el grupo retoma la cadena de supermercados Hiperdino, después de haber pasado por varias manos y teniendo encima una deuda enorme. El proyecto cuenta hoy con 214 tiendas en cinco de las islas del Archipiélago.

En 2014, los hermanos comienzan a trabajar en el que hasta ahora es uno de sus últimas inversiones: el centro comercial Alisios en Tamaraceite Sur, inaugurado el pasado día 23.

Los hermanos reconocían a este periódico en 2015, pocos días antes de ser nombrados hijos predilectos de la ciudad, que el éxito empresarial se había debido al trabajo. "Nuestros padres nos dieron algunos buenos consejos, pero, sobre todo, nos enseñaron con su ejemplo de vida dedicada al trabajo. Después, la propia vida y el instinto de supervivencia te van guiando para salir adelante", reconocían.

Ayer, Abraham volvía a insistir en ello y en las dosis de ilusión y empeño que han tenido que echar para que algunos proyectos prosperarán. "Nuestra actividad ha girado al trabajo bien hecho y a promover proyectos nuevos que aportaran valor a la ciudad", añadió. En este camino, la virgen del Pino ha sido su compañera de viaje.