El Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha exigido hoy jueves 30 de noviembre, tras la multitudinaria asamblea de taxistas celebrada en el día de ayer, que el Tripartito del PSOE, Podemos y Nueva Canarias (NC) "deje a los taxistas tranquilos ya, que llevan dos años y medio machacándolos, y permitan que trabajen tranquilos de una vez", declaró su viceportavoz Ángel Sabroso.

En la tarde de ayer, día 29 de noviembre, se celebró una asamblea de taxistas convocada por asociaciones y cooperativas del sector en la que participó el concejal de Movilidad del tripartito de gobierno. "La asamblea fue multitudinaria y la conclusión, una vez más, fue abrumadora en contra de pruebas impuestas para el día libre. El gobierno local está machacando al sector del taxi y los profesionales del sector han exclamado ´un ya está bien´ sin paliativos".

La presentación de la "enésima improvisación municipal", asegura el viceportavoz del PP municipal, Ángel Sabroso, en relación al taxi por parte del Tripartito, en lo que ahora denominan "paquete de medidas", fue tan "paupérrima como decepcionante", señala. "Nunca había visto a un representante municipal con tan poco criterio, consistencia y argumentos para defender algo", explica el edil popular, "y es que cuando no se tiene proyecto de ciudad ni se sabe qué hacer en ninguno de los sectores que la componen, pasan estas cosas".

"El sector del taxi pide a gritos al trío de la tartana de gobierno que componen Hidalgo-Doreste-Quevedo (PSOE-Podemos-NuevaCanarias) que les dejen trabajar en paz, que se olviden de ellos y que no toquen nada más en el sector hasta que llegue un próximo gobierno local con el que poder avanzar", resumen los populares.

Tras dos años y medio "sin un criterio fijo en relación a los días libres", con la mesa del taxi, "montando líos con las tarifas, sin controles y poniendo dificultades para que los taxistas puedan trabajar", Augusto Hidalgo sigue actuando "como si la película no fuera con él".

"La ciudad tiene un alcalde espumoso de foto de revista, un alcalde para la pose, para el acto baladí y el discurso solemne de lo irreal; cuando el capitán del barco ni está ni se le espera, el resultado es que el barco hace aguas por todos lados", concluye Sabroso.