Los trabajadores de la empresa mixta Emalsa han decidido seguir adelante con la huelga para exigir el incremento de sus sueldos y evitar el vencimiento del convenio colectivo, al considerar "inadmisible" la última oferta que les ha planteado la dirección de la compañía. El comité de huelga ofreció anoche desconvocar la medida de presión, si la empresa aumentaba un 1% el sueldo de los empleados en 2017, pero Emalsa ha exigido como contrapartida a este incremento trabajar media hora más al día y eliminar la cláusula antidespidos, que figura en el convenio colectivo. La dirección de la compañía planteó el pasado lunes por la tarde una nueva propuesta consistente en prolongar hasta finales de marzo de 2018 el fin de la vigencia del convenio colectivo, que vence a finales de este mes, y seguir negociando hasta esa fecha los incrementos salariales.

El comité de huelga respondió que sólo estaba dispuesto a desconvocar la huelga, en el caso de que la empresa se comprometiera a firmar una subida de un 1% para este año y dejar a expensas de una futura negociación el resto de aumentos salariales (un 1,5% en 2018 y un 1,5% en 2019). Según el comité de huelga, el coste del aumento que piden para 2017 apenas supera los 100.000 euros. Ante la imposiblidad de acuerdo, la huelga continúa hoy y el próximo jueves y existe la posibilidad de que prosiga con carácter indefinido a partir del próximo lunes. Esta tarde está prevista una nueva asamblea de los trabajadores para informar de la reunión de anoche.

Los excesivos servicios mínimos fijados por el gobierno Tripartito desactivaron los efectos que podría haber tenido la huelga iniciada el pasado lunes en todos los servicios del ciclo integral del agua, con el respaldo del 90% de sus 303 trabajadores, para reclamar un incremento de los salarios congelados desde hace seis años. Miembros del comité calificaron los servicios de "súper abusivos" y denunciaron la "complicidad" del Tripartito con los socios privados de Emalsa (Saur y Valoriza), que controlan el 66% de las acciones de la empresa mixta.

Fuentes de los trabajadores en huelga denunciaron esta mañana la "existencia de una circular, que ellos creen que está lanzada por la empresa en la que se acusa a los huelguistas de intentar sabotear el servicio con el cierre de aljibes y otras actuaciones para provocar que escasez de agua y echar a los ciudadanos en contra del personal". Añadieron que los socios privados "se han ahorrado desde 1996 el 60% en gastos de personal. Han amortizado cien puestos de trabajo desde ese año y ahora nos salen con la necesidad de aumentar la productividad, cuando hemos sacado el trabajo adelante, a pesar de que hay menos personal. El número de abonados ha pasado de 120.00 a casi 180.000 y el trabajo se sigue haciendo igual. El volumen de negocio se ha quintuplicado y sin embargo nosotros hemos perdido el 60% de la masa salarial. La voracidad de esta gente no tiene límites".

Los trabajadores se encontraron a primera hora de la mañana del lunes con un decreto del concejal delegado de Aguas, Roberto Santana, que establecía unos servicios mínimos del 50% de la plantilla, un porcentaje calificado de "abusivo" por el comité de huelga, que añadió que esa cifra se eleva hasta casi el 65% si se suman los trabajadores que "han sido contratados por Emalsa". Los exagerados servicios mínimos dinamitaron la incidencia de la huelga, que fue apoyada el pasado jueves por el 90% del personal en asamblea. Federico Quintana, presidente del comité de desaladoras, indicó que los servicios mínimos superaron a los que propuso inicialmente la empresa (un 46%), rechazados por el comité, que planteó un 30%, el equivalente a un festivo, "que asegura el suministro totalmente. Se mete el Ayuntamiento, cuando eso lo tendría que haber dispuesto la autoridad laboral, y los eleva al 50%, aunque se dan casos, como el de la desaladora, donde hoy había más gente que en un día normal. En Laboratorios, estaba trabajando el 100% del personal", dijo Quintana, quien criticó que esos servicios desproporcionados han coartado el derecho de los trabajadores a ir a la huelga.

Miembros del comité de huelga se reunieron el pasado lunes por la mañana con el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, y la concejala de Servicios Públicos y Aguas, Inmaculada Medina, que se comprometió, según Quintana, a "instar a la empresa a plantear una nueva propuesta" para alcanzar un acuerdo. Esta mañana se reunieron con el alcalde. que justificó en una rueda de prensa los exagerados servicios mínimos, argumentando que son los que los técnicos indicaron que son "necesarios para garantizar que los vecinos de la ciudad no se quedaran sin agua". El regidor expresó su esperanza de que "haya una vía de solución" y añadió que ha estado hablando "intensamente con las dos partes y hasta altas horas de la noche con la compañía" para intentar que se alcance un acuerdo.

Por su parte, el viceportavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de la capital grancanaria, Ángel Sabroso, exigió al gobierno Tripartito, formado por el PSOE, Podemos y Nueva Canarias, que "no se ría" de los trabajadores de Emalsa en huelga, tras comprometerse a "mediar por ellos". El edil lamentó que Hidalgo se olvidara del compromiso asumido y, "en plena negociación con la empresa, haya decretado unos servicios mínimos mayores a los habituales", incluso a los de un día laboral. El Tripartito, añadió, ha estado "ninguneando durante meses" a los empleados de Emalsa, que tuvieron hasta que "presentarse en un pleno para que el alcalde los recibiera".