Durante un largo periodo de tiempo, los puertos de Santa Cruz de Tenerife y de Arrecife de Lanzarote se situaron por delante del Puerto de Las Palmas en el ranking de llegada de cruceros. De hecho, salvo los últimos cuatro años, el puerto tinerfeño había liderado siempre dichas estadísticas, que se invirtieron a partir de 2014. Ese año, Las Palmas recibió 588.000 pasajeros frente a los 544.000 de Santa Cruz de Tenerife. La diferencia de 40.000 cruceristas se mantuvo al año siguiente, en 2015, en el que ambos registraron un incremento de cien mil visitantes cada uno: 682.000 y 644.000. Diez años antes, el puerto tinerfeño duplicaba la cifra del puerto grancanario y lo siguió haciendo holgadamente hasta el año 2010. La tendencia comenzó a cambiar cuando las navieras optaron por instalar puertos- base en las Islas, iniciando un nuevo periodo de competitividad entre los diferentes puertos insulares.
En lo que se refiere a Arrecife, en 1998 arrancó con el mismo número de cruceristas que el Puerto de Las Palmas: apenas 60.000 cada uno. Entre 2001 y 2009, el puerto conejero recibió más pasajeros que su homólogo de Gran Canaria. En 2010 volvieron a igualarse en 299.000 cruceristas, hasta que a partir de 2011 despegó el segundo con más fuerza. El reto a partir de entonces no ha sido contar con unas infraestructuras portuarias acordes a las necesidades de las navieras, sino con ciudades atractivas capaces de satisfacer las necesidades de los propios cruceristas, en las escasas horas que suelen permanecer en tierra.
Navegar por África Occidental
Esta competitividad interna por captar el mayor número posible del creciente flujo de cruceros que pasan por Canarias no impide que las Islas, como parte de la Macaronesia y por su cercanía a África, se vea en su conjunto para las navieras ávidas de captar nuevas rutas que ofrecer a sus clientes. De hecho, la relación entre la Macaronesia (Azores, Madeira y Canarias) y el África Occidental está ya en el punto de mira de analistas y gestores, que consideran que la ruta atlántica está aún por explotar.
Pullmantur es la naviera que más ha apostado por los viajes de navegación por aguas del Atlántico medio, con dos cruceros que hacen diversas escalas en ciudades canarias y Agadir. Pero Senegal, con Dakar y su isla de esclavos de Goré, junto a los atractivos turísticos de otros países del África Occidental, está propiciando la realización de rutas de mayor recorrido por esta zona del mundo.
Una zona que, en su conjunto, superó el millón de cruceristas a partir del 2008 y los dos millones en 2015. Cifra que volverá a alcanzarse tras cerrar Canarias el 2016 con 1,9 millones de pasajeros. Con Canarias como posible eje, el potencial del área geográfica atlántica se va desarrollando progresivamente, frente a zonas ya consolidadas como el Pacífico Sur, junto al Caribe, el Báltico y, sobre todo, el Mediterráneos.
De momento, cada isla sigue negociando con las navieras su posición en el mercado. Así, y a falta de los datos provisionales, el 2017 se ha cerrado con una recuperación de la ligera caída que sufrió la llegada de cruceristas en 2016. Por puertos, el de Las Palmas alcanzó los 639.015 pasajeros; Arrecife, los 422.159 y 604.635 el Puerto de Santa Cruz de Tenerife. Todos ellos prevén experimentar un incremento en el número de cruceristas a lo largo de 2018. Año en el que los puertos tinerfeños podrían superar el millón de visitantes, una cifra que ya registran desde hace cuatro los de la provincia vecina.
