Las laderas sobre Guanarteme y Las Alcaravaneras, donde se asienta ahora el barrio de La Minilla, guardan un auténtico tesoro geológico y paleontológico, de la naturaleza en definitiva, según el biólogo Carlos Suárez. Entre sus grandes secretos se encuentra el escarabajo bomboncillo negro, pimelia granulicollis, un animal en peligro de extinción. La intención del botánico y del Centro de Arte La Regenta, es crear en este paraje un parque bajo el nombre de Pedro Maffiote, quien investigó por primera vez este rincón de la Isla a mitad del siglo XIX.
Un dicho popular de Guanarteme dice así: "quien mata a un escarabajo, su padre se queda sin trabajo". Dichas palabras reflejan el respeto que han sentido los vecinos de la zona durante décadas hacia este animal. Precisamente, el Ayuntamiento capitalino rechazó hace unos años la construcción de una mezquita en este solar de titularidad pública por la presencia del animal.
En la tarde de ayer varias decenas de personas se aglutinaron a las puertas del IES Guanarteme para conocer varios de los secretos que guarda este punto de la capital. Los curiosos transeúntes recorrieron la ladera en compañía de Suárez y del periodista Mariano de Santa Ana. "A pesar de los Betancores, los militares y los extractores de áridos quedan en este lugar elementos de gran valor", señaló el botánico, quien puso en valor la belleza de plantas como la camellera, en flor estos días, entre otras.
La idea es trasladar arena sobrante desde la playa de Las Canteras hasta esta ladera para revivir aquellas dunas sobre el antiguo Estadio Insular. "Habría que ver como evitar molestias entre los vecinos de la zona", puntualizó Suárez, por el posible desplazamiento de la arena, ante el viento reinante en dicha colina.
Este paraje se ha convertido en una escombrera con desperdicios de todo tipo. Pero, "aún así se conservan importantes valores". En la ladera de la calle Manuel de León Falcón se han encontrado fósiles de multitud de especies de moluscos y vertebrados marinos. Se encuentran en una brecha que recorre el noreste de Gran Canaria desde Quintanilla hasta La Laja, según detalló Suárez.
Entre la multitud de fósiles destacan los ejemplares de Rothpletia rudista o varios dientes de Megalodón (un tiburón gigante), con más de cuatro millones de años . Entre las areniscas y arcillas de esta ladera son visibles a simple vista algunos de estos restos. También son fáciles de encontrar los ejemplares de escarabajos, los cuales causaron furor entre los excursionistas cuando estos encontraron el primer ejemplar. La zona está ahora a la espera de un mirador que ha anunciado el Consistorio.
