La Real e Ilustre Hermandad y cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza de Vegueta, erigida el 25 de julio de 1979 por el obispo Ramón Echarren, son los encargados este Domingo de Ramos de romper el hielo de la Semana Santa tras la popular y familiar salida de La Burrita por la mañana. En esta edición, los nazarenos son además protagonistas de la exposición que organiza la Unión de Hermandades, Cofradías y Patronazgos de Gran Canaria en su sede, en la plaza de Santo Domingo, para acercar el arte sacro a los ciudadanos. En ella descubren al público las entrañas de su virgen, antiguamente conocida como de las Misericordias.
El motivo de la muestra no es otro que el cierre del 125 aniversario de la talla de Nuestra Señora de la Esperanza de Vegueta, que se celebró el pasado año. En la exposición se podrán ver enseres y vestimentas personales de la imagen, objetos procesionales, así como documentos, fotografías y otros elementos de la propia cofradía.
La muestra, que fue inaugurada el pasado jueves, estará abierta hasta el próximo 7 de abril, en horario de 18.00 a 21.00 horas.
La virgen de la Esperanza de Vegueta fue rescatada en 1980 de un almacén de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán, donde se instaló la cofradía, y restaurada por el imaginero sevillano José Paz Vélez para que fuera titular de la hermandad
La entidad había sido formada por un grupo de amigos, entre los que había canarios y gente de otras partes de la Península que se reunían en la Casa de Andalucía. De ahí el carácter sevillano que tiene la hermandad al salir en procesión -lleva costaleros que cargan al costal- aunque hoy prácticamente todos sus miembros son canarios.
La imagen, una talla de candelero, estaba fuera de culto y era conocida como virgen de las Misericordias. Tras su restauración - tenía las manos y la cara estropeadas- y todos los permisos eclesiásticos pertinentes, la imagen retornó bajo la advocación de María Santísima de Esperanza de Vegueta y procesionó por primera vez con la cofradía en 1980.
Los primeros años procesionó sola hasta que en 1985 se sumó el Cristo de la Salud, una pieza de madera tallada y estofada en oro que fue comprada en Cádiz por la cofradía al imaginero José Pérez Calvo. Son los dos únicos pasos que procesionan.
La talla de la virgen, de autor desconocido, tiene actualmente una inscripción en el dorso con el nombre de Arsenio de las Casas Martín y la fecha de 1892. De ahí que se le haya atribuido en ocasiones al escultor palmero afincado en Guía.
El investigador y hermano mayor de la cofradía del Cristo del Buen Fin, Miguel Rodríguez Díaz de Quintana, afirma que sobre la imagen ha recaído siempre la disyuntiva de si es de Arsenio de las Casas o se encargó solo de su restauración. Rodríguez, que participó en una de las charlas que con motivo del 125 aniversario se hicieron en la parroquia a lo largo de 2017, explicó que, según el biógrafo del escultor - Sebastián Jiménez Sánchez -, la imagen ya se nombra en el testamento del sacerdote don Thomas Antonio de Quevedo y Alvarado (1804), quien solicitaba a su heredero universal, el capitán Isidoro Romero Ceballos, una misa al año a la virgen de las Misericordias, instalada entonces en el templo de los dominicos, por la devoción que le tenía.
El hermano mayor de la cofradía, José Vicente Navarro, invitaba ayer a los ciudadanos de toda Gran Canaria a conocer los entresijos de la entidad a través de su titular y "a que el Domingo de Ramos nos acompañen en la calle".
"Queríamos haber hecho la exposición en diciembre pasado porque era cuando se cumplía su aniversario pero al coincidir con Navidad pensamos que quedaba un poco raro y optamos por hacerla en Semana Santa, que nos parecía más indicado", indicaba.
Vicente Navarro, que lleva dos años al frente de la entidad y que es uno de los fundadores -"quedamos tres vivos de esta maravillosa carrera"- señalaba sentirse orgullo por se una de las cofradías que con más gente joven cuenta. Precisamente, varios de los costaleros que saldrán este domingo en procesión entraron de chicos y es la primera vez que cargan, tras cumplir los 18 años. La misma satisfacción tiene la vicehermana, Rosario García Campos, encargada junto a Rodríguez de preparar esta exhibición, en la que también se trata de dar visibilidad a la cofradía.
En la muestra se podrán contemplar algunos trajes y velos con los que se viste a la imagen además de diademas, rosarios, pañuelos y otros enseres . También la candelería, varales, jarrones antigua con la que se viste el palio. Entre ellos, el antiguo llamador que llevaba el paso. En la exposición también se exhiben documentos y fotografías que recogen la historia de la cofradía.
