Las excavaciones iniciadas hace un mes y medio en la calle Sierra Nevada han permitido sacar a la luz los restos del cuerpo de guardia de la plataforma defensiva del Risco de San Francisco, una estructura conocida como Punta de Diamante que formó parte del sistema de defensa de la Muralla Norte de la ciudad, junto con el Castillo de Mata y el Castillo de San Francisco, también llamado del Rey o de Paso Angosto. Además de los vestigios del puesto de guardia, del siglo XVII, se han encontrado trazas de la primera fortificación del siglo XVI. También han aflorado, tras levantar el asfalto y excavar a tres metros de profundidad -para sacar los rellenos de tierra que se depositaron en los años 60 o 70 cuando se hizo la vía- los restos de otra fortificación que se levantó en la zona a finales del siglo XIX, cuando el Gobierno de España decidió colocar baterías en zonas estratégicas de las islas, por temor a una invasión durante la guerra con Estados Unidos.
Los trabajos sólo acaban de empezar, aclara el arqueólogo e historiador Julio Cuenca, quien destaca la gran relevancia de lo que puede aparecer en las próximas semanas, circunstancia que puede modificar el proyecto del mirador de San Francisco, la obra que ha propiciado los trabajos arqueológicos y el hallzago. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, explica que todos aquellos elementos de valor histórico formarán parte del mirador y recuerda que el proyecto contempla también la reconstrucción de la muralla que conecta el Castillo de Mata con la plataforma de la Punta de Diamante, a través del cerro de San Francisco. "Si hay que ralentizar los trabajos para garantizar el cuidado arqueológico, se ralentizarán. Quienes mandan ahí ahora son los arqueólogos" de ArqueoCanaria, la empresa contratada por el Ayuntamiento, que están realizando las prospecciones, dirigidos por Valentín Barroso.
Cuenca, autor del informe previo a la actuación, recuerda que durante las excavaciones de 2005 ya se pudo comprobar en la Punta de Diamante " vestigios arqueológicos visibles y otros que estaban sepultados", que son los que empiezan a aflorar ahora. A juicio de Ricardo Montesdeoca, el arquitecto municipal que dirige la actuación, se están iniciando ahora "las excavaciones de mayor entidad, para determinar el alcance de los restos, pero tenemos indicios de que pueda ser un escenario con cierta riqueza arqueológica y que aparezcan más elementos sepultados de la fortificación".
La Punta de Diamante está situada en una explanada de tierra en lo alto de San Francisco, cerca de donde estaban antiguamente las chabolas. Era una plataforma defensiva bordeada por un muro de casi un metro y medio de espesor. La plataforma era el remate de la Muralla que subía desde el Castillo de Mata. Cuenca, director de la empresa Propac -que dirigió en 2005 los trabajos que descubrieron en el corazón de la fortaleza de Mata los restos de la torre defensiva (cubelo de San Francisco) que defendió a la ciudad en 1599 del terrible ataque del almirante holandés Pieter Van der Does-, explicó que en esa época sólo había en lo alto de San Francisco una serie de plataformas con piezas de artillería para defender la ciudad. "Cuanto Van der does atacó la ciudad, la muralla de San Francisco no estaba construida y tampoco el baluarte de la Punta de Diamante, tal y como lo conocemos hoy. Era un sistema defensivo mucho más primario, con una serie de sacres y poco más. La fortificación de la ciudad empezó tarde, en la segunda mitad del siglo XVI. Hasta 1570 no se empiezan a poner las pilas, pese a que las autoridades de la isla advertían de que la ciudad estaba desprotegida porque había un solo castillo en la bahía de Las Isletas".
Terrible ataque
Cuando el holandés, cuyo gobierno estaba en guerra con España, asoló y quemó la ciudad, sólo estaban la fortaleza de Santa Ana -donde ahora está la Biblioteca Pública-, la Muralla que subía por Bravo Murillo, también desaparecida, y la torre de San Francisco (cuya reconstrucción, tras el desastre, pasó a denominarse Mata). "Después del ataque se vio la necesidad de defenderla mejor para evitar otro desastre y se construyó la muralla de San Francisco, la Punta de Diamante y el castillo de San Francisco en lo más alto", explica. La plataforma se llama así porque la muralla termina en una punta de estrella o de diamante. "Debajo de la carretera se conservan tres plataformas de la fortificación y encima han aparecido los muros de la otra fortificación del XIX y parte del cuerpo de guardia del XVII. Ahora se está desmontando todo para estar al mismo nivel del cuerpo de guardia y la plataforma anterior. Si tiene entidad patrimonial, probablemente se modifique el proyecto del mirador, al que se incorporarían estos restos. Ello implicaría el retranqueo de la carretera que pasa por el medio de la fortaleza", aclara Cuenca, quien indica que se le ha planteado a Doreste la necesidad de recuperar el castillo de San Francisco y crear, con la Punta de Diamante y Mata, un museo de la historia de la ciudad. "Si lograrámos recuperar ese eje de fortificaciones, sería importantísimo para la historia de la ciudad", sostiene. En su opinión, Mata es un museo "bastante empobrecido" y ha de recuperar un discurso museístico de la historia defensiva de la ciudad. que debería basarse en el ataque de Van der Doez, que "marcó un antes y un después en la ciudad".
Por su parte Valentín Barroso, director de ArqueoCanaria - la empresa que ha puesto en uso y gestiona zonas arqueológicos como Maipés, el Cenobio de Valerón, Arteara o la Cañada de los Gatos- , está convencido de que la Punta de Diamante, junto a Mata y el castillo de San Francisco, "se va a convertir en una de las visitas imprescindibles", para todo aquel que visite Las Palmas de Gran Canaria. "Aunque no te guste la historia, es importante visitar esa zona para disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad. Y va a ser un revulsivo para el Risco. Es el punto más elevado de la ciudad, desde el que se controla toda la costa". Por eso se levantó ahí la Punta de Diamante.
