La Fiscalía pide 12 años de prisión a un vecino de Las Palmas de Gran Canaria por abusar sexualmente de su hija menor de edad hace ahora un año. El juicio se celebró ayer en la Ciudad de la Justicia, en el Juzgado de Instrucción nº 1 ante la presencia del Tribunal. Ante el relato de los hechos, el acusado, quien responde a las iniciales J. A. F., reconoció parte de la descripción de los acontecimientos. Estos sucedieron en el domicilio familiar el 28 de febrero de 2017, cuando la hija de este tenía 15 años. El presunto agresor declaró que la tocó con unos dedos en el cuarto de la menor, después de verla "en tanga por toda la casa toda la tarde".
En el relato que la joven interpuro en los juzgados cuando puso la denuncia, asegura que todo comenzó en la cocina del domicilio. Su madre había salido con sus hermanas pequeñas y estaban solos, relata que los hechos empezaron cuando ella estaba en la cocina. Entonces, el llegó desde el salón y empezó a tocarla, "a besarla en la boca, introduciéndole la lengua, quedándose sorprendida y paralizada", matizó el fiscal en su lectura. A continuación se trasladaron al cuarto de la menor. Allí le quitó el pijama, las bragas y le metió los dedos en el interior de la vagina, para posteriormente introducirle el pene.
El acusado aseguró en el juicio que "solo es cierta una parte" de estos hechos. Según el presunto agresor, solo le tocó con los dedos índice y corazón la parte superficial de la vagina. Posteriormente, reconoció que le introdujo parte del pene, sin llegar a consumar del todo. "Solo fue la punta, ya casi no tengo erección, no podía", señaló al fiscal. El padre de la víctima afirma que tiene problemas para mantener una erección desde hace un tiempo y que por eso no podría haber finalizado el acto.
La hija, "paralizada", por lo ocurrido, decidió contarle todo a un amigo vía whatsapp, quien informó después a la madre. "Tu marido ha violado a tu hija", fueron las palabras textuales que le relató el joven a la progenitora de la víctima, según testificó ella misma ayer. Al llegar a su casa fue a preguntarle a la joven, quien le relató los hechos descritos. El padre, que se encontraba en la vivienda, negó tal suceso.
Por su parte, el perito José Testano, aseguró que se encontraron restos biológicos del acusado en la vagina de la víctima. En las muestras que se recogieron en la mucosa bucal y vaginal de la joven se encontró perfil genético de varón, el cual tendría que ser "necesariamente de un familiar de la víctima".
En esta misma línea se manifestaron los médicos forenses que atendieron a la afectada en el Hospital Materno Infantil, al día siguiente de los hechos. La doctora Idaira Batista hizo una corrección en su informe y expuso que no se encontró semen, como primeramente afirmó en el escrito, pero sí células epiteriales del padre, tanto en el interior como en el exterior de la vagina. "Dichas muestras concuerdan con lo dicho por la víctima, pues esta asegura que escuchó cómo se corría el agresor en el salón a solas", matizó Batista.
El caso queda visto para sentencia. El fiscal, César Casorra, mantiene la pena de 12 años de cárcel, en base al artículo 183 del Código Penal, y una inhabilitación absoluta durante ese tiempo. Además de diez años de libertad vigilada, que consisten en la prohibición de aproximación a menos de 300 metros de su hija. El acusado tendría que abonar también 30.000 euros en concepto de indemnización por daños morales. La defensa, por su parte, pide la libre absolución o una rebaja de una condena "excesiva" porque no se consumó el acto.
