El párroco de San Cristóbal y Hoya de la Plata era natural de Ingenio y en 1963 fue ordenado sacerdote. Desde 1965 hasta la actualidad realizó diversos servicios en el Obispado de Canarias, incluido el de secretario del obispo Infantes Florido. Este sábado se ofrecerá una misa en su memoria en la Catedral, a las 12.00 horas, oficiada por el obispo Cases, tras la cual recibirá sepultura en el cementerio de su localidad natal.

"La gente lo que quiere es que la Iglesia cambie para aprobar su modo de vida, pero ellos no se preocupan por cambiarse a sí mismos". Era la reflexión que hacía el reverendo Cristóbal Pérez Rodríguez, canónigo de la Catedral y párroco San Cristóbal y San Francisco Javier (Hoya de la Plata) en Las Palmas de Gran Canaria, tras cincuenta años de servicio a Dios y a la Iglesia Católica el mismo día en que la Diócesis de Canarias le reconocía su labor. El padre, fallecía este viernes, a los 80 años de edad. Hoy sábado, se celebrará en la Basílica de Santa Ana una eucaristía en su memoria, que será oficiada por el propio obispo de Canarias, Francisco Cases Andreu. El oficio religioso será a las 12.00 horas, tras el cual el sacerdote recibirá cristiana sepultura en la villa de Ingenio, donde había nacido.

Su hermana Juani Pérez, colaboradora durante años de este periódico, destacaba ayer la entereza que ha demostrado en los últimos días de su vida, después de caer enfermo hace dos meses. "Aceptó su destino, aunque tenía esperanza de curarse".

Cristóbal Pérez Rodríguez nació el 10 de agosto de 1937 en el seno de una familia humilde y cristiana. Era el mayor de cinco hermanos y pronto encontró en la palabra de Cristo y su amor a los demás su destino para toda la vida. Curso estudios en el Seminario Diocesano de Canarias y el 15 de septiembre de 1963 era ordenado sacerdote por el entonces obispo de la diócesis, Antonio Pildaín.

El sacerdote y canónigo llevaba más de medio siglo dedicado a Dios y a la comunidad cristiana. Precisamente, en septiembre de 2013 celebró sus bodas de oro como párroco en la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, de la villa de Ingenio, acompañado de sus feligreses, familiares, amigos y también compañeros de profesión.

Meses antes, el propio Obispado de Canarias le agradecía su labor junto a otros compañeros que habían dedicado su vida al prójimo durante cinco décadas. La eucaristía tuvo lugar en la Basílica de Teror y estuvo oficiada por el Nuncio del Papa Renzo Fratini, de visita en la Isla.

Aquel 10 de septiembre de 2013, al sacerdote le costaba reconocer que ya habían pasado cinco décadas de servicio religioso tan metido como estaba en la vida pastoral del día a día. "Aún no me creo que hace cincuenta años me ordenase. Cuando me paró a pensarlo tengo que contar los años para confirmar que, en efecto, ya ha pasado ese tiempo", comentaba al término del oficio religioso y antes de compartir una comida con sus homólogos.

El sacerdote confesaba entonces que una de las cosas que más le entristecían de la vida que le tocaba vivir era la falta de vocaciones religiosas en un mundo tan necesitado de personas altruistas como este. "Falta ambiente religioso en el seno de las familias, y por eso es complicado que salgan las vocaciones", manifestaba.

Los que le conocieron durante sus años de labor pastoral destacaban ayer su profunda vocación sacerdotal y su espíritu de servicio y obediencia a los responsables de la Diócesis de Canarias. Cristóbal Pérez Rodríguez llevaba prestando servicio en el Obispado desde 1965 por lo que forma parte ya de la historia de la Iglesia de Canarias.

El párroco de San Cristóbal y de Hoya de la Plata colaboró con los obispos Antonio Pildaín, José Antonio Infantes Florido; del que se sería su secretario, con Ramón Echarrén Ystúriz y con el actual responsable de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases.

También estuvo cerca del pueblo llano ya que compaginó su trabajo en el Obispado con la responsabilidad de llevar las parroquias que se le encomendaban. El sacerdote estuvo dando clase en el colegio Las Chumberas y también en Pedro Infinito y fue durante 31 años capellán de las Madres Adoratrices; entre otros destinos. Los vecinos del barrio de San Cristóbal y Hoya la Plata han sido sus últimos feligreses.

El próximo martes, días 24, se ofrecerá un funeral por su eterno descanso. El oficio será a las 19.30 horas en la parroquia de Nuestra Señora de la Candelaria, de la Villa de Ingenio.