El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, realizó esta mañana un recorrido por las principales estancias del Hotel Santa Catalina que está reformando el grupo Barceló, adjudicatario del establecimiento durante los próximos 35 años. Barceló invertirá 24,5 millones de euros para realizar esta reforma en el emblemático inmueble y abonará a la ciudad un canon de 600.000 euros anuales por el arrendamiento del edificio, de propiedad municipal.

El regidor estuvo acompañado en el recorrido por los concejales de Urbanismo y Vivienda, Javier Doreste; de Empleo, Turismo y Movilidad, Pedro Quevedo, y de Barrios, María Mercedes Sanz y la directora de expansión del grupo Barceló, Pilar Parejo, quien les informó de los detalles de la reforma y les mostró las habitaciones piloto ya culminadas.

Pilar Parejo destacó que los dos grandes objetivos de todas estas actuaciones son tanto "envolver de nuevo al hotel Santa Catalina en el Parque Doramas", devolviéndole a su estado original, así como transformarlo "en un hotel del siglo XXI, pero sin perder ese alma que ha tenido el hotel Santa Catalina" y que ha sido su verdadero signo de identidad.

Durante estas semanas de trabajo se han empezado a definir las principales características de una obra que, con carácter general, busca conservar y rehabilitar los elementos de interior y exterior que caracterizan el hotel y que conforman su construcción originaria (años cincuenta y sesenta del siglo pasado), incluyendo no sólo las carpinterías y elementos de decoración originales, sino el mobiliario auténtico, aunque éste se adaptará a las necesidades actuales. Así se indica en una nota remitida por el Ayuntamiento a los medios de comunicación.

En la reforma se sustituirán aquellos elementos y construcciones que resultaron de las actuaciones que se ejecutaron durante los años ochenta y noventa y que se consideran discordantes con la condición de inmueble protegido.

En esta línea, se redefinirá la fachada a poniente, demoliendo la actual, que es prácticamente una medianera ciega, para permitir que el hotel se abra al Parque Doramas, tal como se recoge el proyecto original del hotel.

Se abrirán asismismo los patios de Máquinas y de Las Tortugas, una vez despejados de construcciones y cubiertas inadecuadas, hacia el jardín posterior y el fondo del Salón García Escámez de forma que tenga visión y acceso directos hacia el Parque.

Se va a introducir también una columnata abierta con un diseño que se asimila a las porticadas de las demás fachadas del hotel y se abren las habitaciones de las alas traseras colocando unos cuerpos de balcones de madera que toman como referencia los balcones antiguos de la fachada principal, realizados con un diseño actual.

El proyecto incluye además la modernización del diseño de las habitaciones acorde a las nuevas necesidades de la actividad alojativa, integrando o relocalizando en el establecimiento el mobiliario histórico representativo. Ello conlleva que la construcción principal del establecimiento cuente con 194 habitaciones, a las que se añadirán otras 10 habitaciones sobre la nueva zona de servicios-cocinas. El hotel, por tanto, pasará a disponer de una oferta de 204 estancias de distintos tipos y cualidades propias de un alojamiento de esta categoría.

También se va a reformar íntegramente el Salón Palmeras, buscando mejorar su funcionalidad y realzar la fachada histórica del hotel en esa zona. Se definirá una cubierta ajardinada para mejorar las vistas de las habitaciones orientadas hacia esa zona.

Se reestructurará también la zona de servicios al norte del Patio de Las Tortugas y resultantes de actuaciones contemporáneas, buscando una mejor funcionalidad de los servicios y estancias.

Además, se acondicionará un restaurante de estrella Michelín y una bodega en la línea de buscar el realce y la actividad del hotel, en este caso en la fachada que da hacia el Pueblo Canario.

Se reformulará el conjunto del spa-piscina, quitando las canchas y estructuras discordantes y contemporáneas de ese tramo y rehabilitando el bar construido en la etapa histórica del hotel. Asimismo se quiere dar uso y potenciar el valor expositivo de la cubierta, habilitando servicios varios y bar-cafetería en las construcciones existentes.

También se acondicionarán terrazas en la parte baja del establecimiento, buscando potenciar una mejor relación ambiental y funcional con su entorno de jardines y espacios públicos.

La rehabilitación del hotel, además, va acompañada de otras actuaciones paralelas de próximo inicio que incluye la modernización del complejo deportivo de Julio Navarro, la ampliación de la zona verde del Parque Doramas y una rehabilitación de los accesos al mismo, reduciéndose el tránsito de vehículos a lo estrictamente indispensable.

El alcalde Augusto Hidalgo recordó que esta actuación, iniciada en el mes de mayo, se incluye dentro de un proyecto más ambicioso impulsado por el Ayuntamiento, que persigue la recuperación de todo el entorno tal y como lo idearon los hermanos Martín Fernández de la Torre, con la mejora integral del Pueblo Canario, el Parque Doramas y la Piscina Julio Navarro, además de recuperar el hotel como emblema alojativo y turístico de Las Palmas de Gran Canaria. "La renovación es para conseguir que cumpla con los criterios actuales de un hotel de cinco estrellas gran lujo, pero haciéndolo sin que pierda el carácter simbólico y sus valores como patrimonio histórico, arquitectónico y turístico de la ciudad", dijo el alcalde.

El alcalde afirmó que se está logrando recuperar "uno de los iconos y emblemas turísticos de Las Palmas de Gran Canaria, que se había degradado con el tiempo y que no representaba lo que era". El objetivo, subrayó, es que "todo este entorno vuelva a ser un lugar de referencia ineludible para cualquier persona que visita esta ciudad" y que "vuelva a ser el hotel de todos, pero al mismo tiempo un hotel de referencia a nivel internacional", aseguró.

El concejal Pedro Quevedo destacó, por su parte, que de lo que se trata con este proyecto es de "integrar el hotel en la ciudad y la ciudad en el hotel" y señaló que precisamente el proyecto que se está ejecutando ganó el concurso para hacerse con la gestión del establecimiento porque cumplió el requisito de "recuperar el alma" del Hotel Santa Catalina. "Era imperativo recuperar para la ciudad este espacio tal y como se había concebido", explicó, destacando la actuación que se está realizando en todo este entorno para que sea un espacio público de disfrute para la ciudad y sus visitantes.

El edil Javier Doreste resaltó la coordinación entre los departamentos municipales de Urbanismo y Turismo con Alcaldía para impulsar esta actuación y quiso hacer una mención específica al trabajo que han realizado los técnicos del Ayuntamiento y también los arquitectos de Barceló "para conservar nuestro patrimonio y nuestra historia y para modernizarla, para que Las Palmas de Gran Canaria siga siendo esa gran ciudad comercial y turística y que además mantenga sus tradiciones con actuaciones como la del Pueblo Canario".