Los paseantes habituales del paraje destacan que la Peña La Vieja es una zona serena, donde no hay excesiva afluencia de personas y, por tanto, el paseo les resulta agradable. Aseguraran que, sin ella, la costa entera perdería su encanto, puesto que consideran que, el Charcón de Peña La Vieja, es la joya de la corona del litoral, que no cesa de brillar aunque el sol no aparezca.
Bajo la enorme panza de burro que se suele generar en este punto de la capital y, sobre la arena, junto a un arsenal de bolsos, sillas y demás bártulos playeros, se encontraban, reunidas, varias vecinas del lugar. Una de ellas, Gloria de los Reyes Rodríguez, compró su casa hace 37 años y, desde entonces, visita la playa los 365 días del año. Al igual que Gloria, la mayoría visitan la playa por cercanía a sus viviendas, pero eligen, siempre, el Charcón porque, según explican, es la "mejor piscina natural del mundo". La peculiar fauna y flora marina, que se deja ver tan cerca de la orilla, enamora cualquiera que le apasione margullar entre peces y algas para descubrir un mundo totalmente distinto y repleto de tesoros. Según afirma Rodríguez, "el sitio ideal para realizar actividades de submarinismo y buceo, sin duda alguna, es el Charcón".
Juan Pedro Cejudo Sánchez, se une a la conversación diciendo que él, sus hijos y nietos se han criado en Las Canteras y pisan su arena casi a diario. Confesó, además, que conoce muchas playas urbanas, "pero como esta, ninguna". Juan Pedro añade que se podría comparar con la conocida playa de San Sebastián.
Asimismo, todos coincidían en que esta es una zona familiar y acogedora en la que todos se conocen. Aquí , dijeron, "no hay juegos o niños con pelotas que puedan molestarnos", aunque, según las lugareñas Teresa Rodríguez y María del Pilar Rodríguez, ellas también son niñas que se lo pasan en grande sea cual sea la estación del año en la que estén. Así, en la Peña de la Vieja, se suele escuchar, a menudo, su lema por excelencia: "¡Haga frío o calor, el Charcón es lo mejor!".
