Un año más, los musulmanes grancanarios volvieron a celebrar alrededor de la isla el Aid al-Adha, que en árabe significa 'la fiesta del sacrificio', pero que es conocida popularmente como 'la fiesta del cordero'. Por ello, más de un millar de fieles se congregaron en la plaza de Canarias de Las Palmas, mientras que un número ligeramente inferior se reunió en el parque aéreo de Vecindario y varios centenares en la pista de patinaje de San Fernando de Maspalomas. En esta ocasión, el número de personas reunidas ha sido superior al de otros años al caer la festividad en periodo vacacional y ello a pesar de que muchos musulmanes de origen marroquí y senegalés hubieran aprovechado para desplazarse hasta sus países.

La fiesta del sacrificio es denominada 'la gran fiesta' por ser la celebración más importante del calendario musulmán, pero curiosamente tiene su origen en un pasaje veterotestamentario: el sacrificio de Isaac, es decir, el momento en el que Abraham cumplió la orden divina de sacrificar a su hijo. Como recoge la tradición, justo cuando Abraham se disponía a cortarle el cuello a su retoño recibió la orden divina de perdonarle la vida e inmolar en su lugar un cordero. Este episodio lejos de ser exclusivamente judeocristiano también aparece en El Corán, con la única diferencia de que el libro sagrado de la religión islámica no menciona el nombre del hijo que Abraham fue a degollar, a pesar de lo cual todos los musulmanes consideran que se trató de Ismael, de quien los árabes se consideran descendientes.

Como cada año, en este día los practicantes de la fe islámica a lo largo del planeta acuden por la mañana a las mezquitas para rezar en comunidad y después de la plegaria y una breve homilía dirigirse a un matadero para cumplir con el precepto divino de sacrificar un cordero en imitación del profeta.

Al ser esta, junto al Aid al-Fitr, la celebración musulmana que más personas congrega, aquellas mezquitas que no cuentan con espacio suficiente para albergar a tamaño número de fieles viene realizándola al aire libre desde hace varios años. Tal es el caso de las mezquitas Rey Kháled e Imam Málik de Las Palmas, que como de costumbre la festejaron en la plaza de Canarias situada sobre el intercambiador del parque Santa Catalina, mientras que la mezquita de la Junta Musulmana Canaria en San Fernando congregó a sus fieles en la pista de patinaje de Maspalomas. Asimismo las tres mezquitas de Vecindario: Al-wáhid al-áhad, Nur, Al-imán, junto a la mezquita As-salam de Doctoral y At-taqua del Cruce de Arinaga, se reunieron en el parque aéreo de Vecindario junto al Centro Comercial Atlántico.

El resto de comunidades islámicas festejó esta celebración en sus respectivas mezquitas, como es el caso de Al-muhsinín de Puerto Rico, Ar-rahma de El Carrizal y At-Tawba, situada en el Centro Comercial Yumbo de Playa del Inglés.

De este modo las diez mezquitas de Gran Canaria celebraron el Aid al-Adha de forma simultánea, entre las 8:30 y las 9:00, cuando el imam correspondiente dirigió la oración para después impartir un sermón.

En Las Palmas, el nuevo guía espiritual de la mezquita Imam Málik, Abdelhamid Mohammed Saber Ibrahim Mohammed, de origen egipcio y antiguo jefe espiritual de la mezquita Nur de Vecindario, dio una breve homilía en la que se refirió al significado del sacrificio de Abraham, símbolo de la entrega de los musulmanes a la práctica de los preceptos divinos.

Más o menos esta idea fue la que se repitió en los sermones que se impartieron en todas las mezquitas de Gran Canaria, con la única particularidad de que al igual que el año pasado, en la pista de patinaje de San Fernando después de la homilía el segundo teniente alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Fernando González Montoro, tomó la palabra para felicitar a los musulmanes por su festividad.

En definitiva, otro año más, Gran Canaria demostró ser una tierra de encuentro entre pueblos de diferentes culturas en la que los practicantes de la fe islámica se hayan tan integrados que no tienen ningún inconveniente en celebrar sus festividades en público.