Misterio resuelto. La avioneta no tripulada hallada el pasado miércoles en la costa de El Rincón se había precipitado al mar al norte de Lisboa cuando la empresa propietaria realizaba unas pruebas el pasado abril. Cuatro meses después y a 1.350 kilómetros al sur, parte del fuselaje fue encontrado por un vecino y en un principio se apuntaba a la hipótesis de que se tratara de un aparato de aeromodelismo. Sin embargo, fuentes aeronáuticas precisaron que se trataba de un dron no tripulado para la vigilancia en alta mar y la propia compañía propietaria del mismo, Tekever, confirmó a este periódico su procedencia. "No se trata de ningún aparato de espionaje; cayó cuando estábamos haciendo pruebas en Peniche", precisó Ricardo Mendes, director del departamento de sistemas autónomos.

Mendes admitió que se enteró del hallazgo por un correo electrónico que le envió esta cabecera. "Llevo todo el día en una reunión, tenía muchas llamadas de colegas y cuando he visto el email nos hemos echado a reír porque pensábamos que estaba en el fondo del mar". Así, explicó que durante la fase de desarrolló del modelo AR5, como se conoce la avioneta, el pasado mes de abril se programó un ejercicio en el que estaba previsto que la avioneta se precipitara al mar en la zona de Peniche, al norte de la capital lusa. Entonces, se dio a conocer a las autoridades portuguesas de lo ocurrido. En la empresa se olvidaron del aparato, lo dieron por perdido. Como repitió Ricardo Mendes, pensaban que se había hundido.

Todo hasta que sobre las once de la mañana del miércoles un vecino dio la voz de alarma de que entre la conocida como casa de Tino Montenegro y la figura del Atlante había parte de una avioneta. Al lugar se desplazaron Policía Local, Cruz Roja, un helicóptero del SAR del Ejército del Aire y la Salvamar Nunki de Salvamento Marítimo. Esta última embarcación fue la encargada de trasladar un ala, las dos hélices, uno de los dos motores y la parte del central del fuselaje, recubierto de algas y moluscos, hasta el muelle de León y Castillo del Puerto, donde fue inspeccionado primero por la Policía Judicial de la Guardia Civil para después pasar a estar custodiado por Aviación Civil.

En un principio se pensó que se trataba de un aeroplano de aeromodelismo dada su cercanía con la pista para este tipo de aparatos que se sitúa en Los Giles. No obstante, el tamaño, con 7,3 metros de envergadura y otros 4 de largo, y la presencia de dos motores hizo que expertos en aeronáutica dudaran de esta hipótesis y precisaron que se trataba de una avioneta no tripulada de la empresa Tekever. La pista para conocer su procedencia venía en el registro de la compañía #502 que aparecía en la parte central de la avioneta, que permitió conocer que se trataba de un Tekever AR5, uno de los drones más avanzados que existen en la actualidad.

LA PROVINCIA / DLP se puso ayer en contacto con la empresa propietaria, cuya base se encuentra en Portugal. Mendes reconoció desde el primer momento que eran los propietarios y explicó que no se trataba de ningún aparato para el espionaje, sino que había sido desarrollado, principalmente, para la vigilancia en alta mar. Asimismo, apuntó que el pasado mes de abril aún estaban en la fase de desarrollo del dron, que está destinado sobre todo a aquellos estados que quieran vigilar sus costas sin la utilización de grandes aviones. Fue entones cuando cayó al mar. Ya en julio acabó la construcción del AR5, que fue presentado en una de las ferias más importantes en aeronaves no tripuladas celebrada en Londres.

Sobre el precio que puede alcanzar la aeronave, el director de Tekever Autonomous Systems declaró por vía telefónica que depende mucho de los sistemas que lleve en su interior. En el caso de la unidad encontrada en El Rincón, estaba dotada únicamente de lo necesario para volar ya que estaba previsto que cayera en el mar. Pero, añadió, existen modelos que pueden contar con sensores cuyo coste por unidad supera al millón de euros. Y es que está preparada para albergar tecnología punta como sensores y cámaras para la localización de manchas contaminantes en alta mar procedentes de barcos, para el rescate de personas o para la vigilancias de las aguas territoriales, entre otras funciones.

Ricardo Mendes aseguró que se trata de uno de los drones más avanzados que existe ahora mismo en el mundo, donde la empresa portuguesa Tekever compite con compañías estadounidenses e israelitas, que están a la vanguardia en el desarrollo de aviones no tripulados. Sobre las características, puede volar a unos 100 kilómetros por hora durante 20 horas con poca carga, aunque incidió en que si por ejemplo lleva algún aparato de 50 kilos -la capacidad máxima- la autonomía se reduce a unas 12 o 13 horas.

Mendes bromeó con la posibilidad de viajar al Archipiélago para recoger los restos hallados en El Rincón. "Es una muy buena excusa para conocer Gran Canaria", dijo entre risas, aunque después alegó que aún no han evaluado esa posibilidad y que en principio no muestran interés por los restos, que ya daban por perdidos.

Con una sonrisa, el director mostró su gratitud al tener conocimiento de que el aparato que daban por desaparecido había aparecido 1.350 kilómetros al sur.