Operaciones Portuarias Canarias (Opcsa) recibió ayer el visto bueno del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas para ampliar la zona de maniobras del Puerto de 40 a 60 metros, requisito imprescindible para que la empresa que gestiona la mayor terminal de contenedores del Archipiélago pueda instalar en su recinto grúas Malaccamax. Estos nuevos artefactos permitirán a la terminal trabajar con los mayores portacontenedores del mundo, que hasta ahora no podían operar en Canarias por las limitaciones que presentan las grúas actuales en cuanto a sus dimensiones.

Serán siete en total las grúas que Opcsa traerá a las Islas con una inversión en el entorno de los nueve millones de euros, según indicó ayer en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de administración el director de la Autoridad Portuaria, Salvador Capella. Las Malaccamax, denominadas así en referencia a los buques de mayores dimensiones que pueden atravesar el estrecho de Malaca, llegan a tener un alcance delantero de hasta 72,50 metros, lo que les permite gestionar contenedores en barcos de hasta 25 TEU de manga frente a los 22 que alcanzan como máximo las actuales. Bajo el spreader -el gancho móvil que se usa para trasladar los contenedores desde los buques hasta las terminales- llegan a tener una altura de hasta 52 metros y pueden cargar hasta 70 toneladas.

Desde el punto de vista empresarial, Opcsa, que desde el año pasado es propiedad al 100% del coloso marítimo MSC, busca con esta modernización consolidar las dos parcelas de las que consta su terminal -una de 201.228 metros cuadrados y otra de 130.658- durante un periodo de tiempo mayor a la vez que las unifica en una sola concesión. Desde el punto de vista estratégico, la modernización de la terminal permitirá al Puerto de La Luz potenciar su posicionamiento "como base logística en las comunicaciones atlánticas Sur-Sur y Norte-Sur" y también impulsarlo "como nodo de referencia en el transbordo de contenedores en los tráficos transoceánicos", según se recoge en el memorando de entendimiento que la empresa firmó con la Autoridad Portuaria un día antes de la autorización del consejo de administración.

El memorando también incluye compromisos por parte de la Autoridad Portuaria, que se encargará de cerrar el anillo eléctrico en el recinto portuario, de modo que la terminal esté dotada de la suficiente potencia eléctrica para alimentar las grúas y el resto de maquinaria. También se encargará de construir una nueva viga carril para la circulación de las grúas con arreglo a la línea de maniobras que ayer fue aprobada por el consejo.

La de ayer fue la primera de las múltiples decisiones que el directorio del Puerto deberá ratificar para que la modernización de la terminal pueda llevarse a cabo. Capella estimó ayer que las nuevas grúas podrán llegar tan pronto como en 2019, aunque la mejora de la terminal no podrá considerarse definitivamente terminada hasta que la ampliación del dique Reina Sofía en algo más de 400 metros termine de calmar las aguas interiores del Puerto y facilite una mayor ocupación de la terminal.