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Urbanismo preguntará en Las Rehoyas quién quiere casa nueva

La encuesta pretende desvelar cuántos vecinos rechazan la reposición. Permitirá saber cuántos prefieren irse del barrio

Urbanismo preguntará en Las Rehoyas quién quiere casa nueva

Una consulta casa por casa de las 2.558 familias de Las Rehoyas-Arapiles, que prevé llevar a cabo la Concejalía de Urbanismo el próximo mes de diciembre, permitirá aclarar cuantos propietarios quieren que les construyan una casa nueva y cuantos prefieren quedarse en sus viejas viviendas, al margen del proceso de reconstrucción del barrio. El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, ha decidido incluir esta pregunta en el cuestionario que se hará a cada uno de las familias, después de que una plataforma de vecinos de la parte baja del barrio de Las Rehoyas -denominada Fuera de la reposición- haya reclamado que las alrededor de 500 viviendas situadas en el área comprendida entre Santa Luisa de Marillac, Virgen de Lourdes, Virgen de Fátima y Carretera General del Norte, no se incluyan en el proceso, al considerar que sus edificios están en "buen estado" y prefieren una rehabilitación.

El concejal de Urbanismo, Javier Doreste, explicó ayer que además de saber con exactitud cuantas familias quieren que se les haga una casa nueva, el cuestionario revelará cuantos propietarios están dispuestos a irse fuera del barrio o, por ejemplo, cuantos metros cuadrados quieren que midan sus viviendas, que tendrán una superficie mínima de 67 metros cuadrados frente al máximo de 50 que miden ahora. También se preguntará si necesitan un trastero extra en el garaje, que se añadiría al que ya está previsto dentro del edificio y que formaría parte de la vivienda o si quieren o no garaje. Doreste recordó que los vecinos deberán pagar 1.000 euros por las nuevas viviendas, salvo que estas sobrepasen los 67 metros cuadrados, en cuyo caso tendrán que abonar la diferencia, establecida en una tabla de precios.

En el cuestionario se incluyen las zonas fuera del barrio en las que el Ayuntamiento tiene previsto construir entre 500 y 600 viviendas, ya que la normativa obliga a reducir el número de casas que se levantaron en el barrio en la década de los 60 del siglo pasado, porque sobrepasa los estándares actuales de densidad poblacional. Entre las alternativas que se ofrecen a los vecinos que quieren irse figuran un edificio en la calle Doctor Chiscano, cuyo proyecto ya está hecho, y otros cuatro bloques más ubicados junto al López Socas (Escaleritas), Tamaraceite Sur y Lomo Apolinario, así como el que se prevé construir entre el campo de fútbol y el parquin del parque de Las Rehoyas.

Según el estudio de diagnosis de Las Rehoyas-Arapiles, basado en una encuesta realizada a 300 personas a finales del pasado año, el 38% de las familias estaría dispuesto a irse del barrio en función del lugar en el que esté la nueva vivienda. "Con los resultados de este cuestionario", indicó Doreste, "ya sabríamos cuantas viviendas tendríamos que hacer en el barrio. A lo mejor, sólo habría que hacer 1.500 casas, si aumenta el número de gente que quiere irse".

En cuanto al edificio del parque, que rechaza la Plataforma Vecinal Rehoyas-Arapiles, el concejal indicó que en este cuestionario no se preguntará a la gente su opinión sobre el asunto, una cuestión que quedaría para la consulta popular que anunció en marzo pasado sobre el plan de reposición del barrio. Aunque indicó que a lo mejor no sería necesario, porque "si los vecinos no marcan la casilla del edificio del parque", entre las ubicaciones a elegir, "ya sabríamos que nadie lo quiere". El concejal anunció la realización de la encuesta en la reunión de la mesa de seguimiento del plan de reposición del pasado 11 de septiembre, a la que asistieron, además de representantes de la Plataforma Vecinal Rehoyas-Arapiles y de otros colectivos, miembros de las plataformas Fuera de la Reposición y Rehoyas en Movimiento.

La plataforma Rehoyas-Arapiles ha propuesto que las respuestas de los vecinos se hagan a través de una declaración responsable suscrita por cada vecino, al considerar que ello supone "una mayor responsabilidad" para los propietarios y también "una mayor seguridad", porque acredita su opinión. El grupo ha pedido también al Ayuntamiento que "haga informes técnicos de los edificios del barrio, para saber el estado de los mismos, y que se empiece por aquellos edificios" en los que la mayoría de sus propietarios quieran ser excluidos del proceso de reposición. El colectivo quiere además que las consultas a los vecinos se haga en dos fases, una primera en la que se aclare quien quiere que le repongan su casa y quien no, lo que permitiría definir el proyecto definitivo del plan de reposición, "debiendo excluirse aquellas calles o tramos de calle donde mayoritariamente" se haya optado por quedar fuera de la reconstrucción. Para esta primera fase proponen un cuestionario con al menos cuatro preguntas. En una segunda fase, añade la plataforma, se sometería el plan de reposición a consulta popular.

Por su parte, Doreste indicó que los técnicos están valorando las propuestas que plantea la plataforma Rehoyas-Arapiles e insistió en que el Ayuntamiento está dispuesto a quedarse con las viviendas viejas de los que quieran casa nueva, en el caso de que la mayoría de las familias de un determinado edificio prefiera quedar al margen del proceso de reposición."

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